Mamá nos mandó a terapia a mi hermana y a mi (parte 2)
Fecha: 28/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Andres777, Fuente: CuentoRelatos
María no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando.
Estaba sentada en su el sillón de su oficina como siempre.
Frente a ella Agustina estaba sentada en el regazo de Ariel, llevaba una remera azul y nada por debajo de la cintura.
En esa posición, de espaldas a María, podía apreciar perfectamente el culo de Agustina y como entraba y salía la verga de su concha.
El ritmo de las embestidas aumentaba junto con los gemidos de placer que escapaban de la garganta de Agustina. Sus nalgas rebotaban y empapaban de flujo el pene erecto de su hermano.
El corazón de María se aceleraba, nunca había pensado en la idea de que ver a otros cogiendo la pudiera excitar tanto.
Sabía el riesgo que corría, mas por el hecho que su oficina estaba muy cerca de la sala de espera, unos ruidos así podrían oírse y meterla en problemas.
Si embargo allí se encontraba, viendo como una pervertida mientras jugaba con su lapicera estimulándose el clítoris por encima de su ropa interior.
De golpe sintió los golpes en la puerta, habían sido descubiertos.
“Puedo escuchar gemidos, ¿Qué están haciendo mis hijos ahí adentro?, conteste”
Los golpes se sincronizaban con los ruidos que hacia el culo de Agustina cada vez que chocaba con las piernas de Ariel.
“Abra, que clase de psicóloga es usted, abra la puerta ahora”
Un ruido fuerte se escuchó, seguido de una luz blanca y María abrió los ojos.
Estaba acostada en la cama, las gotas de agua golpeaban la ventana de su ...
... departamento junto con los ruidos de truenos.
No necesitaba tocarse para saber que estaba completamente húmeda y excitada.
Tenía los pezones erectos y la respiración pesada. Levo su mano a su entrepierna, la metió en su tanga rosa y la saco apreciando sus dedos húmedos.
Movió sus dedos y vio como el hilo de flujo transparente se estiraba, se lo acerco a su nariz, olía a flujo normal.
Miro la hora, eran las 6:40, decidió levantarse y pegarse un baño para intentar quitarse la calentura.
Mientras el agua caliente caía por su cuerpo desnudo María trataba de calmar su mente, normalmente ayudaba, pero hoy era más difícil.
No podía quitarse de la mente la sensación de culpa.
Se supone que los psicólogos están para resolver los problemas de sus pacientes. El incesto definitivamente está mal, así es como tiene que ser y como dictamina la sociedad.
Aun así, era un amor puro y con consentimiento de ambos. Las preguntas aparecían en la mente de María como las gotas de agua que se pegaban a los azulejos del baño.
¿Ya habrán cruzado la línea y tenido relaciones?
¿Cómo se sentirá ser tocada, besada y acaricida por alguien que no se supone que debería hacerlo?
¿Realmente está mal el incesto?
María no pudo sopórtalo y comenzó a masturbarse, colándose los dedos, disfrutando que el ruido del agua caliente cubría sus gemidos.
Al carajo todo pensó, al carajo con la sociedad y al carajo con su trabajo.
Se permitió dejar volar su mente a las fantasías más profundas y ...