A mis 11 años soy adicto al pene - Relatos Eróticos

A mis 11 años soy adicto al pene

... disimuladamente el Ricardo pone saliva en sus dedos y los dirige a mi ano, ahí masajeo un rato y metió dos dedos, mientras tanto mi papá había encendido el auto y estaba ayudando a Don Rodolfo a acomodarse el cinturón, cuando estuvimos listos para comenzar yo ya estaba con el culo bien dilatado por los dedos del Ricardo, quién tenía el pene bien duro y se le asomaba la cabeza por el lado del short… con mi mano termine de sacar el pene del Ricardo por el costado del short y cuidadosamente me lo apoye en la entrada del ano… el camino era de tierra y tenía muchos baches, en uno de esos baches el auto dio un salto brusco y después de pegarme en la cabeza, me ensarte hasta el fondo el pene del Ricardo, a lo que ambos nos quejamos al mismo tiempo con un AAHUCH! papá: ¿se pegaron? yo: sii, en la cabeza jajaja intentaba disimular pero sentía que me estaba partiendo en dos ya que el pene del Ricardo era grande y entro seco hasta el fondo, y al parecer a él también le dolió, porque se puso muy rojo. papá: manejare más lento en esta parte. con la cuidadosa conducción en el camino de tierra, los movimientos se sentían deliciosos y el morbo de estar ensartado por el musculoso Ricardo ahí frente a todos me tenía muy caliente, el dolor paso rápidamente y se transformó en placer oculto entre sonrisas… El chula por si parte no era tonto, por su cara podía ver qué el sabía lo que estaba pasando conmigo y el Ricardo, pero hacia como si nada… al terminar el camino de tierra y entrar al camino ...

... pavimentado el Ricardo soltó un ahogado suspiro y bajó el vidrio. Ricardo: que calor! Chula: sii, deberíamos pasar por un helado, el Pedro invita! jajajaj Pedro: sii, les puedo invitar un helado, total nos llevan grátis. papá: no dejes que estos weones se aprovechen Pedro, ellos tienen su plata, tu invitarme un helado a mi y al Nico no más jajajajja todos reímos, pero yo apenas podía contener las ganas de gemir al estar tan bien ensartado por el Ricardo, estaba en las nubes… Chula: compa, ¿me deja poner música? papá: claro, conecta el celu. acto seguido, el Chula pone unos reggaetones sucios que están de moda a buen volumen y se puso a cantar, todos reían de la interpretación del Chula y eso nos dio libertar al Ricardo y a mi para poder respirar con fuerza y soltar ligeros gemidos, los cuales eran inevitables al pasar por baches y lomotoros. podía sentir como el pene del Ricardo pulsaba en mi interior y yo estaba encantado, apoyado por completo en su enorme y musculoso cuerpo, con el culo ensartado de su verga palpitante. Pedro: por ahí compa! pase al McDonald’s y cómpralos helados! mi papá se desvío del camino y por ello paso por sobre unas tachas reflectivas, que hicieron que todo el auto vibrara profundamente por unos dos metros mientras mi papá se desviaba, todo eso rematado por un lomotoro que mi papá pasó sin cuidado para entrar al autoservicio del McDonald’s, hicieron que el Ricardo eyaculara una abundante corrida en mi interior mientras me abrazaba pegando más mi cuerpo ...