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Amor a orillas del tiempo
Fecha: 05/08/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos
PROLOGO En el resplandor dorado de un atardecer en la remota ciudad costera de Bahía Serena, dos almas dispares se encuentran en un inesperado cruce de caminos. Una mujer enérgica y exitosa, de pelo rubio rizado y mirada profunda, atraviesa sus cuarenta y cinco años con la fuerza de una tormenta, aunque lleva consigo las cicatrices de un pasado doloroso. En su corazón, un matrimonio que se desmoronó, dejando escombros de lo que alguna vez fue el refugio de sus sueños. No obstante, sigue luchando por encontrar la luz entre las sombras, ansiosa por descubrir nuevos horizontes. Por otro lado, un joven de dieciocho años, de espíritu libre y curioso, camina por la vida con la emoción de un recién nacido. Sus cabellos despeinados y ojos llenos de asombro revelan un anhelo inextinguible por explorar el mundo que lo rodea. Sus pasos lo han llevado lejos de su hogar, en busca de aventuras y aprendizajes, con un amor apasionado por la literatura y el arte. Como los hilos invisibles del destino, la pasión compartida por las letras y las expresiones artísticas los une. A través de intercambios literarios y debates apasionados sobre el arte que enciende sus almas, la distancia entre ellos se desdibuja. CAPITULO 1 El sol se ocultaba lentamente sobre el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. Bahía Serena estaba envuelta en una calma pintoresca mientras las olas rompían suavemente en la orilla. Era un lugar ...
... de escapada, donde el ajetreo de la vida cotidiana quedaba atrás y el tiempo parecía desvanecerse. En medio de este escenario idílico, dos almas destinadas a cruzarse vagaban por la playa en direcciones opuestas. Isabel, una mujer de cuarenta y tantos años, vestía una sencilla blusa blanca y pantalones vaqueros desgastados. Caminaba descalza, dejando que la arena acariciara sus pies cansados. Sus ojos se perdían en el horizonte, mientras el viento jugaba con su rizado cabello rubio. A unos metros de distancia, David, un joven de dieciocho años, de apariencia bohemia, caminaba descalzo con un libro entre sus manos. Sus ojos brillaban con la emoción de la juventud mientras leía las palabras impresas con avidez. Se detenía ocasionalmente para escribir en su cuaderno algunas notas inspiradas por la historia que devoraba. Por casualidad, sus trayectorias se entrecruzaron, y sin siquiera saberlo, ambos alzaron la mirada al mismo tiempo. El tiempo pareció detenerse por un instante mientras sus ojos se encontraban en un pasaje silencioso de conexión. Fue como si algo intangible los uniera, una corriente invisible que los traspasó sin que pudieran comprenderlo. Isabel desvió la mirada, sintiendo una sutil incomodidad. Aunque había experimentado muchos encuentros a lo largo de su vida, aquel fue distinto, misterioso. Pero David, curioso e intrépido, no pudo resistirse a la intriga que le despertó la mirada de aquella mujer ...