Mi mujer se coge a mi ex mujer
Fecha: 09/08/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
"Ana se acostó, y separando las rodillas Silvia se puso sobre la boca de Ana y bajó. Sin decir ni preguntar nada, Ana la empezó a chupar y a tocarse. Silvia me hizo una seña, me pare al lado de ella y me la empezó a chupar."
Todo empezó cuando una tarde después de trabajar nos encontramos con Silvia, mi mujer, para ir a pasear a un Mall, ella a ver ropa y con la idea de ir a cenar afuera. Silvia tiene 30 años, es delgada, muy bonita, con un cuerpo armónico, medidas ideales, una sonrisa seductora. Hace cinco años que somos pareja. La conocí hace seis años, era la socia del abogado que llevó mi juicio de divorcio.
—Hola amor, que linda que estás. Le dije al verla con un vestido mini espectacular.
—Gracias amor.
—¿Qué te pasa? Estás demasiado seria.
—Después hablamos, en casa tranquilos.
—¿Trabajo o personal?
—Amor…
—Vamos a tomar un café y me contas.
Fuimos a un café dentro del Mall, nos sentamos y ella evitaba mirarme.
—Sil, amor, por favor.
—¿Te llamó Carla? Me preguntó.
Carla es mi hija, de mi primer matrimonio con Ana. Tiene 10 años, y por suerte una excelente relación con Silvia.
—No…
—Me imaginaba.
—¿Qué pasa?
—Lo de siempre. Hoy se va a lo de los abuelos, que la van a llevar al cine mañana, quiso llevar la ropa que le regalé y Ana no la dejó. Estaba furiosa.
—Me imagino.
—Amor, quiero comprarle ropa, y que la tenga en casa, porque a casa tampoco la deja traerla.
—Bueno, no hay problema.
—No quiero pelearme con ...
... Ana Martín, porque va a perjudicar a Carla, pero te juro que la haría mierda. No puede descargar su resentimiento en la nena.
—Lo sé, tranquilizate por favor.
—Es que…
—Lo sé.
Ana mi ex desde que supo que yo estaba saliendo con Silvia, no hace otra cosa que buscar molestarla, y por más que he hablado con ella, no para.
El sábado siguiente, salimos a pasear a la costa del río, y nos sentamos a tomar una gaseosa en la terraza de un bar.
—Lo que me faltaba… Ana… Dijo Silvia mirando a un costado.
—Hola Martín, hola Ana. ¿Paseando?
—Sí, paseando. Dije.
—Hola Ana. Dijo seria Silvia.
—Martín, ¿puedo sentarme que tengo que hablar con vos sobre Carla?
—Bueno, no hay problema. Dije y la mire a Silvia que la miraba de arriba abajo.
—Gracias. Martín, tenes que hablar con Carla. Está contestadora, el otro día me hizo una escena por la ropa para llevar a lo de mis padres.
—Ana, entiéndela, es mujer como vos, y ya entra en la edad que quiere elegir ella su ropa.
—Pero no me puede contestar, ella tiene que hacer lo que yo le digo. Y la ropa que quería llevar…
—¿Qué pasa con esa ropa? Preguntó Silvia.
—Nada, nada.
—¿Entonces? Repreguntó Silvia.
—Es muy colorinche, llamativa.
—Ah… pues la eligió ella, fuimos juntas a comprarla. No creo que sea mucho más colorinche que la remera floreada que vos tenes puesta.
—Pero soy una mujer mayor.
—Eso no lo dudo. Dijo Silvia sonriendo. Ana tiene 38 años.
—¿Me estás diciendo vieja?
—No, ...