Memorias, Deseos & Secretos (Parte VII)
Fecha: 12/08/2025,
Categorías:
Gays
Hetero
Incesto
Autor: Paparealteen, Fuente: SexoSinTabues30
... morboso como yo. Antes de salir de casa, escondí en el automóvil un paquete de cervezas, en el campamento tomé una hielera y la rellené con hielos con el pretexto de mantener nuestras aguas frías. A mitad del camino, que por cierto era bastante desértico, después de que todos los autos se nos adelantaron, decidí detenerme a un costado del mismo, busqué un lugar donde pudiéramos tener privacidad, los niños habían quedado dormidos en cuanto tocaron el asiento. Mi cuñado me preguntó si pasaba algo, le dije que solo quería relajarme un momento antes de regresar a más rezos, salí del auto a buscar las cervezas en la cajuela, le abrí a mi concuño una de ellas, brindamos y comenzamos a beber, al principio la conversación era de todo y nada, hasta que le llegó un mensaje al celular, lo revisó y soltó una cínica risa, le pregunté con toda inocencia si era la cuñada, me dijo que no, “es una morra del trabajo a la que me estoy dando” fue su respuesta, lejos de asustarme, sabía que mi concuño era bastante ojo alegre y lo de ser fiel no se le daba por las varias ocasiones que mi cuñada lo había descubierto, mostré cierta curiosidad, era la entrada a conocer el lado oscuro de él. Le pregunté qué tan buena estaba, desde cuando tenían una relación, me dijo que llevaban 4 meses viéndose pero que solo era sexo, por los comentarios que hacía pude deducir que mi cuñada lo tenía muy descuidado, apenas tenían sexo una vez el mes, y aunque mi cuñada era bastante cachonda, la rutina comenzaba a ...
... atacarlos. Me mostró el mensaje que su amante le había enviado, era una jovencita, no llegaba a los 20, con las tetas de fuera y usando una tanga blanca con el mensaje de “mira lo que te estas perdiendo”, era bastante atractiva. Le pregunté, si había tenido más aventuras así, me confesó que varias, pero que al final el amor que sentía por la hermana de mi esposa no le permitía separarse e incluso esto los ayudaba para romper un poco la costumbre entre ellos.
Le cuestioné si no era muy jovencita para él, respondiendo que ni siquiera tuvo oportunidad de estrenarla, que estaba más vivida que cualquiera de nosotros, reímos al tiempo que dábamos otro trago a la segunda cerveza del día. Si más le solté la pregunta: “crees que mi hija vaya a ser tan puta como esa chava”, él se sorprendió por la palabra utilizada, lo tranquilice diciéndole que desde el día que tuvimos la clase de educación sexual con los niños, me di cuenta de cómo había cambiado la forma de ver a mi hija, con lo cual yo no tenía ningún problema, incluso le dije que podía quedarse con el calzón que tenía guardado en el bolsillo de su pantalón. Él intentó disculparse, le dije que no hacía falta, pocos detalles le confesé de mi gusto por las niñas, quería hacerlo entrar en confianza, pero tampoco éramos tan cercanos como para contarle todas mis fantasías. De apoco empezamos a intercambiar detalles morbosos de cómo nos gustaba el sexo, como habían sido nuestras primeras veces con nuestras esposas, cuáles eran nuestras ...