1. El baile nos llevó a enamorarnos


    Fecha: 17/08/2025, Categorías: Incesto Autor: ThommyA, Fuente: CuentoRelatos

    Hola a todos, dado que este es mi primer relato me gustaría presentarme. Mi nombre es Thomas, tengo 20 años, mido 1.80 y peso alrededor de 90 kg dado que me gusta mucho ejercitarme. No diré que soy guapo, pero tampoco feo, más bien alguien normal.
    
    No daré muchos detalles físicos, pues tampoco me gustaría crear una falsa perspectiva de mí. Diré que soy alguien promedio pero que mejora bastante debido al ejercicio que practico y que soy bastante carismático.
    
    En esta historia somos dos personas únicamente, y digo esto porque mi padre siempre ha estado ausente por lo tanto no daré muchos detalles sobre él. Aunque el título es obvio, y por intuición te darás cuenta que la otra persona es mi madre. Su nombre es Paula tiene 38 años de edad, es alta comparada al promedio pues mide 1.70 y pesa diría yo unos 60 kg, ella es muy linda de rostro, tiene unas caderas anchas, pechos medianos (más pequeños diría yo), unas piernas lindísimas que te llevan a unas muy lindas nalgas.
    
    Pero ya basta de presentaciones, vamos un poco al inicio de cómo empezó esta historia. Mi madre y yo compartimos un hobby en particular y ese es el baile. Desde pequeño aunque a mi no me gustaba, ella decidió apuntarme a unas clases de baile a las que ella asistía. Al principio no me gustaba pero vaya que más adelante se lo agradecería, pues me traía mucha suerte con todas las chicas.
    
    Conforme pasó el tiempo fui adquiriendo experiencia y me hice muy popular en casi todo tipo de baile.
    
    Cuando cumplí ...
    ... la mayoría de edad, que ella me pedía acompañarla a clubes de baile y por supuesto yo encantado, porque ella siempre me presentaba como su pareja e imagínate tú, un joven de 18 años (porque aún no estaba muy maduro que digamos) entrando de la mano junto a una mujer hermosa, buena en todos los sentidos, sexy, tú la volteas a ver porque es inevitable y no te lo digo porque sea mi madre.
    
    Cuando empecé a darme cuenta que algo estaba cambiando entre nosotros dos fue en uno de esos clubes, cuando al terminar cada canción me daba un piquito. La primera vez me sorprendió por supuesto, y mi excitación fue tal, que casi me corro en los pantalones. Ella por supuesto lo noto y solo cerró los ojos y se sonrió de una manera tan sexy, que mi mundo se congeló. Imagínate que eso paso solo con un simple piquito en los labios.
    
    Para mi fortuna esto se hizo costumbre y cada vez que terminaba una canción ella continuaba haciéndolo, y cuando ella no lo hacía yo la buscaba y por supuesto que respondía de una manera afectuosa y siempre nos abrazábamos de una manera no tan de madre e hijo. Todo esto pasaba cada viernes por la noche, de 8pm a 12am que era cuando cerraban nuestro club favorito.
    
    Aparentemente llegó el punto en el que los dos sabíamos lo que estábamos buscando pero por supuesto ninguno se atrevía a dar el siguiente paso, cuando regresamos a casa éramos como una pareja de novios pues la llevaba de la mano, y antes de entrar a casa nos dábamos un último piquito. Pero todo cambio un ...
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