Ana y su hijo Claudio - Relatos Eróticos

Ana y su hijo Claudio

... lengua en mi sexo lo hace maravillosamente bien no sé cuántas veces me corrí, parece que Maribel le tenía bien enseñado, en esos momentos comencé a reflexionar sobre si no había sido injusta con mi nuera, siempre la había visto como un poco puta, pero ahora la que era, no un poco sino mucho era yo.

CLA: En esos momentos me llevé otra gran sorpresa, una más de las que estaba experimentando, mi madre me pidió:

Por supuesto acepte ella se puso a cuatro patas, yo recordando lo que le gusta a Maribel le lamí el culo, ella se llevó una pequeña sorpresa, pero sus gemidos me demostraban que lo estaba disfrutando, así que continue un rato, y cuando considere que estaba caliente le introduje mi polla dentro de él.

ANB: Las lamidas de mi hijo en mi culo me llevaron a la gloria y cuando notó que estaba muy excitada me la fue metiendo poco a poco por mi trasero no creí que se pudiera experimentar tanto placer hasta que se corrió en mi culo, Claudio era muy diferente a su hermano Cesar, aunque los dos eran mis hijos, a los dos los quería y con los dos deseaba gozar. Cuando sentí su leche inundar mi culo fue algo maravilloso.

Nos fuimos al wc a lavarnos y poniéndonos yo una bata y él unos pantalones cortos nos pusimos a limpiar el baño. Y estuvimos limpiando toda la tarde, por la noche cenamos, Claudio me preparó la cena, debo reconocer que mi nuera le tiene bien enseñado y aunque cansados los dos sabíamos que no nos íbamos a dormir sin volver a follar. Así que mientras mi hijo ...

... se fue a la cocina a fregar los platos, yo esperé un poco y me fui detrás de él.

CLA: Me quedé sorprendido cuando estando fregando los platos mi madre entró en la cocina y cerro la ventana, hacía algo de calor, y lo mismo hizo con las cortinas y luego vino hacia mí y se arrodilló delante de mí, y bajándome los pantalones y el short comenzó a mamarme la polla, antes de ese día yo no me hubiera imaginado que mi dulce madre fuera una, y al parecer muy buena, mamadora de pollas, si siempre la había querido desde ese momento la quise aún más.

ANB: Volver a mamar la polla de mi hijo era maravilloso, tenía una buena polla, se ve que en esto mi marido había estado acertado, me encantaba mover mi boca sobre ella, pero no quería que se corriera rápido, parece que él después de lo que habíamos hecho a lo largo del día seguía en plena forma, así que cuando sentía que se podía venir bajaba el ritmo esperaba a que se relajara y lo volvía a subir.

Yo antes de emputecerme pensaba que las mujeres lo hacíamos para complacer a nuestros machos, de hecho, con mi marido siempre que lo había hecho era por compromiso y obtenía escaso placer, pero ahora cada vez me gustaba más y mientras se lo estaba haciendo a mi Claudito tuve varios orgasmos.

CLA: La mamada de mi madre me recordaba a la de Maribel, nunca pensé que dos mujeres aparentemente tan diferentes, tanto físicamente como a nivel de carácter fueran capaces de hacer cosas parecidas en el sexo, las adoraba a las dos, finalmente pese ...