Recuperación post operación. La mejor rehabilitaci - Relatos Eróticos

Recuperación post operación. La mejor rehabilitaci

... suerte. A este no le gusta nada y no consigo que me los de.

Cris-Pues cuando acabe conmigo te lo presto un rato.

Yo-Cobro caro ya lo sabes. Gabi ponte enfrente y haz lo mismo que yo.

Comencé por la espalda de mi mujer hasta bajar a su culo.

Pasaba las palmas de las manos por él deslizando los dedos entre las nalgas hasta que ella abrió un poco las piernas llegando con mis dedos hasta su coño.

Gabi enfrente mío hacía lo mismo en Marina sin quitar los ojos de mis manos y menos de las piernas entreabiertas de mi mujer que le dejaba una visión completa de cómo mis dedos llegaban a su coño y lo acariciaban.

Cris empezó a suspirar.

Cris-Ummmm. Como me gusta. ¿Cómo vas Marina?

Marina que tenía las manos de Gabi entre sus nalgas le contestó con voz entrecortada.

Marina-Buff. En la gloria.

Estaban las dos con la cabeza apoyada en los brazos sin mirarnos y yo sin pensarlo alargue una mano y cogiendo una de Gabi la puse en el culo de mi mujer.

El me miró negando con la cabeza pero yo le insistí y ya no se resistió

Comenzó a pasar la mano por las nalgas de Cris que no se inmutó. Más envalentonado fue pasando la mano entre sus nalgas y al notar que ella abría un poco más las piernas rozó suavemente su coño con la punta de los dedos notando como lo tenía humedecido.

Me miró con una sonrisa y le animé a que fuera a más así que despacio comenzó a introducir un dedo en él.

Yo decidido a ir más allá le dije.

Yo-Cambio de postura. Ponte entre sus ...

... piernas.

Cris abrió más las piernas pero me levanté y por señas le dije que se pusiera el entre las piernas de Cris.

El negaba con la cabeza pero acabó cediendo y se colocó de rodillas entre las piernas de Cris haciendo yo lo mismo entre las de Marina que tampoco se inmutó.

Me estiré y posé mis manos sobre la cintura de Marina mientras mi polla se apoyaba entre sus nalgas y comencé a masajear despacio bajando hacia su culo.

Cuando pasé mis manos en la suave piel de sus nalgas Marina soltó un suspiro de satisfacción sin abrir los ojos así que no sabía que no era su marido el que la masajeaba el culo.

Empecé a masajear sus nalgas abriéndolas bien permitiéndome ver en todo su esplendor tanto su coño como su culo.

Gabi estaba cegado haciendo lo mismo en el culo de mi mujer que al fijarme estaba con un ojo abierto mirandome.

Cuando pasé un dedo de abajo arriba por el centro del coño Marina ella elevó el culo frotándose contra mi dedo y suspirando apretó contra él introduciéndolo un poco en su coño.

Estaba muy húmeda y entró sin dificultad lo que aproveché para moverlo en su interior haciendo que se moviera más rápido.

Mirando a Gabi me agaché y pase mi lengua por su coño buscando el inflamado clítoris y hurgando en él mientras seguía con un dedo en su interior.

Marina no dejaba de mover las caderas apretándose contra mi cara hasta que entre espasmos y ahogados gemidos se corrió en mi cara quedándose apoyada en los brazos sin abrir los ojos.

Vi como ...