El chico del parque
Fecha: 30/03/2018,
Categorías:
Anal
Sexo Duro
Voyerismo
Autor: predatorgapes, Fuente: xHamster
... producto de la elongación. Me dijo que ahora la otra pierna. Esta vez me explicó la importancia de este ejercicio y que debía hacerlo bien.- La cola más para atrás – dijo.Al decir eso me sujetó de la parte baja de mi abdomen, casi de mi vagina, y tiró mi cuerpo hacia atrás.- Y después levantás esta parte…Se tomó el atrevimiento de colocar la palma de su mano bien en el medio de uno de mis glúteos, libertades que se dan los profesores de gimnasia, me estaba tocando el culo, y me gustaba.Cambiamos de ejercicio.- Ponete así. – dijo.Y estando él detrás de mí me sujetó por las caderas (cosa que m vuele loca, me calienta más que me abracen de las cadera a que me abracen de la cintura o el culo) y al llevarme a otro tronco para realizar el ejercicio, sentí su miembro apoyarse sobre mis nalgas. Él también estaba en calzas, tenía piernas muy musculosas, y sentí que su pene comenzaba a ganar centímetros. Se le estaba parando la pija, eso me gustó.Cuando finalizamos los ejercicios quedamos frente a frente, y yo no pude evitar bajar mi mirada hacia su pene, quería ver de qué tamaño era y como estaba. Se notaba que estaba erecto hacia un costado, aplastado por la tela ajustada de la calza. Me mordí los labios. Él se dio cuenta. Movió su pene hacia arriba, los hombres pueden moverlo. Cuando hizo eso yo levanté mi vista y me ruboricé.- Sos mirona eh…- Ay, no, basta…Se acercó y me abrazó. Me felicitó por ser tan buena alumna. Me pidió mi número de celular. Se lo di y supliqué a todos los ...
... dioses que me llamara. Tenía que moverme a ese chico.- ¿Cómo te llamás?- Alejandra, ¿vos?- Pablo. Yo te llamo, ¿dale?Volví caminando a mi casa. Comenté lo sucedido en el Facebook, comparto todo con mi amigos de allí. Me bañé, durante la ducha le dediqué una linda masturbación a Pablito. Recordé la textura de sus manos en mis caderas, la palma de su mano tocando mi culo. Pensé en lo fuerte que serían sus piernas y la grandeza de su pene. Me estaba pajeando a dos manos, una frotaba mi clítoris y la otra estimulaba el anillo de mi ano. No tardé en llegar al orgasmo.Me recosté en la cama a esperar el llamado.- Hola, ¿Qué querés hacer? – me dijo del otro lado del tubo.- Lo que vos quieras.- ¿Segura? ¿Lo que yo quiera?- Si.Eso fue una invitación directa a mi cama. A la media hora él estaba en mi departamento. Yo le mostré mis adornos, mis cuadros, mis cds. Fingía inocencia, me gusta hacerme la nenita, y de golpe saltar a la yugular como la perra que soy.- Y entonces, ¿Qué hacemos? – volvió a preguntar él.- Te dije que lo que vos quieras.Al decir esas palabras caminé hasta él y lo abracé del cuello. El respondió el abrazó con otro, sujetándome por la cintura. Me puse en puntas de pie para besar su boca. Eran labios carnosos. Lo primero que pensé cuando los saboreé fue el placer que me daría esa boca cuando llegara el momento de hacerme sexo oral. Él sujeto mis glúteos con fuerza y yo suspiré.Nuestras lenguas comenzaron a rosarse. Era una lengua enorme, larga y gruesa, toda carne viva ...