Una larga tarde con Rafita y Tavito (2/2) - Relatos Eróticos

Una larga tarde con Rafita y Tavito (2/2)

... sentía sucio, del pene, los huevos, me sentía pegajoso y el sudor que me bajaba por la espalda y me llegaba al culo lo hacía aún peor, pero no me importaba, lo estaba gozando tanto que después me daría el tiempo de bañarme minuciosamente, por ahora mi mente solo pensaba en volver a cambiar de agujero y así lo hice, de nueva cuenta desenfundé mi verga del culo de Rafa y regresé a Tavito quién soltó el aire de forma pesada cuando su recto volvió a tenerme ocupando su sitio, no había nada más en mi mente que la rica sensación que sentía en lo largo y ancho de mi pene, eso más la vista del trasero de Rafita esperando turno, su ano abierto y sediento de verga a centímetros de distancia listo para cuando me diera la gana volver a cambiar y metérsela a él, cosa que no tardó tanto, estaba pasando de culo en culo dándoles una cantidad de tiempo similar, frenando por momentos cuando sentía que me iba a venir y manoseándoles su piernas, nalgas y espalda segun tuviera al alcance, Rafita fué el primero en llegar al orgasmo, los apretones que me daba en mi miembro me llevaron a casi acabar, tuve que sacarle el pene por completo y resistir, aunque también la vista de su agujero convulsionando me excitaba demasiado, Tavito tomó su lugar y sabiendo que estaba en mi recta final le dí sin piedad, las nalgas le rebotaban y lo empecé a nalguear, – Ay…- Decía solamente y apretaba mientras azotaba los gordos cachetes de su culo, yo ya estaba que no podía más, era tan rica la culeada que llegué a ...

... mi límite dónde no pude más y empecé a regar mi esperma por una última vez en ese día, apuntando en dirección a las colitas de los pequeñines les solté todo lo que pude dar, Rafita al estar arriba le cayó la mayor cantidad de leche, una pequeña parte en la espalda y lo demás en el culo y para Tavito fué todo el restaurante en su precioso culote, no me pude resistir a metérsela de nuevo solo para sentir por un momento más ese pedazo de culo envolviendo mi verga, estaba satisfecho, me había propuesto cogermelos hasta el cansancio y lo había conseguido y para ellos creo que era el mismo pensamiento porque no se movían, seguían aún uno sobre el otro con mi semen escurriendo por sus nalgas, sus hoyitos abiertos evidenciando el uso que les dimos y su respiración pausada, me les quedé viendo un rato en lo que se me bajaba la presión y grababa para siempre en mi memoria ese grandioso momento, todo esto hasta que el rugido de mi estómago me regresó a la realidad. Ni siquiera habíamos comido, desde que había llegado con ellos de la escuela, leche, huevos y verga era lo único que nuestras bocas habían probado, y los culitos de ambos en mi caso, – Levántense, hay que bañarse- Les dije, con pesadez Rafita se levantó y siguiéndolo Tavito, Tavito tenía en su cuerpo las marcas en la piel de haber estado un rato largo tendido de panza sobre el posabrazos del sofá, ambos tenían ya el pene dormido igual que yo y parecían distantes, – Les gustó?- Pregunté – Sí!- Dijo Tavito directo y conciso – A ...