1. CARLOS-KARLA (EL COMIENZO-ORAL)


    Fecha: 30/03/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... libro para encontrarme con una verga pintada y tener que esconderlo para que los maestros no me regañaran. El recordar como su presencia me hacia temblar cada día y como me tenia azorrillado pues no faltaba momento en que pasara y me diera un jalón de pelo que me quedaba doliendo el cuero cabelludo a veces hasta en la tarde que estaba en mi casa o un zape en la cabeza. Recordé aquel día en que por esquivar el zape yo mismo me golpee la cara con el mesabanco siendo la burla de todos. O como olvidar el día que teniendo que caminar por un lado de su banca me metió el pie y caí cuan redondo soy mientras todo el salón se reía y el con gran desfachatez se paro para disque ayudarme a levantarme solo para jalonearme la ropa y meterme mano por debajo. ¿Para que? Para propinarme una serie de pellizcones. No fueron mucho. Dos o tres pero me los dio muy duro. Tanto que hasta en la tarde que llegue a mi casa y me revise ahí tenia las marcas. No contento con eso. Al levantarme aprovecho y sin que nadie lo notara, eso pienso, me tomara de mi calzón y con el pretexto de alzarme me hiciera calzón chino enfrente de todos. Como el maestro ya iba entrando, todos corrieron a sus lugares y yo me tuve que sentar con mis calzones todos desacomodados y así me tuve que aguantar toda la hora de clase hasta que pude ir al baño a sacarme el calzón del culo. Todos esos momentos se agolpaban en mi mente. Afortunadamente Martin me había amarrado en la esquina mas profunda donde los arboles me daban ...
    ... sombra. Repentinamente una extraña sensación me recorrió y es que ahí sin pantalones una ligera brisa corría por entre mis expuestas piernas. Se sentía tan raro. Me provocaba unas ligeras pero inquietantes cosquillas que me abrumaban pues hasta podría decir que eran placenteras pero me hacían confundir al sumirme en tanto dolor y al mismo tiempo estar sintiendo aquellas caricias de la naturaleza. La garganta me dolía. Sentía un nudo en ella. De haber estado en otro lugar, tal vez en mi habitación hubiera gritado como tantas veces lo hice hundiendo mi cara en mi almohada para que mi familia no lo oyera pero ahí al descubierto no podía hacerlo. “¡TE EXTRAÑE CARLITOS! NO SABES CUANTO” Aquellas palabras retumbaban en mi mente una y otra y otra vez. Jamás las olvidare mientras viva. ¡Jamás! Ese que había sido mi recibimiento en segundo año cuando ingenuamente creí que me había librado de el por todas las materias que había reprobado. Cerré mis ojos con fuerza. No quería. NO quería llorar pero… unas pequeñas lágrimas se me escaparon. Recordaba sus palabras y como una especie de ensueño reviví ese segundo año. Me dolía el alma al recordar como me había tomado como un pelele por el brazo y arrastrándome al baño me había reclamado que le echara ojitos al maestro de historia como si yo le perteneciera, como si yo fuera de su propiedad. Me dijo me grito con mala manera que yo le pertenecía. Que yo debería verlo a el y nada mas. ¿Como olvidar ese día? ¿Cómo olvidar que ese día me persiguió ...
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