1. En el alquiler, en la vida, en la cama?


    Fecha: 21/03/2024, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Emi5, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    Soy la carga en mi familia, no estudio o trabajo, mis días son de ocio con las cosas que quiero hacer y me gustan.  
    
    Mi familia es la típica de ciudad, me tuvieron porque se casaron, pero no lo hicieron por amor más bien por trámites del seguro de mi viejo.
    
    Qué a estas alturas es más que sabido que la gente se junta y se ata al otro para zafar de la casa o juntar entre ambos dos sueldos o más para el alquiler, es más que sabido.
    
    La cuestión es que por todo eso que conté se muy bien que no se querían, a mí más o menos me querían, pero por la misma razón que sentían eso también me odiaban. Yo los ataba.
    
    No podían separarse porque ya no podrían sostener el alquiler lo cual no era admisible y tendrían que volver a la casa de algún padre o separarse.
    
    Yo sin dudas era el pilar donde se sostenía todo eso de la "familia feliz".
    
    Y no estoy solo, somos muchos los que nacimos en una familia sin amor siendo el responsable de mantenerlos unidos aunque no quieran.
    
    A esas parejas las ves todo el tiempo: en el transporte público, cruzando la calle, en el laburo etc, etc
    
    Para ayudar cuando más o menos tenía edad me consiguieron trabajo, no ganaba mal, pero al ganar un poco más que mi viejo él me odiaba y mi madre se lo sacaba en cara de vez en cuando.
    
    Con mi hijo me alcanza le supo decir una vez.
    
    Pero el no entendió:
    
    En el alquiler, en la vida, en la cama?
    
    Un fin de año el hombre vuelve al interior a visitar a su familia y madre e hijo se quedan ...
    ... solos.
    
    Ese día hicieron las compras temprano y estando en modo fiesta, prepararon el fuego, la carne, la picada y el vermout.
    
    Pusieron la carne al fuego y se fueron adentro.
    
    Sabés bailar?
    No, pero me defiendo
    Así se habla, tu padre solo diría "no se bailar" o "no quiero bailar" 
    
    La cuestión es que nos fuimos olvidando de todo, teníamos vermout en la heladera, mucha cerveza y vino para la comida.
    
    Como dije nos olvidamos de todo menos del escabio, pusimos música, el programa terminó y pusieron música romántica, empezamos a hablar de papá.
    
    Mamá decía cosas que no debía contar y yo aprovechaba, cuando decía que papá ya no le hacía tal o cual cosa le decía que se lo haría yo.
    
    Pronto la arrinconé contra la pared, le comí la boca y subí por sus piernas hasta su concha pelada.
    
    Le bajé lo breteles a lo bestia y chupé y apreté, sobe y estiré el otro, no quería que me guíen o me reten por eso cambié de un pezón al otro a cada rato.
    
    Cuando mis dedos entraron se encontraron con una concha que largaba jugos y un clítoris que quedaba a simple vista al carecer de pelaje.
    
    La estimulé como nunca en la vida se lo habían hecho, era blanca como la leche.
    
    La giré, subí su falda y de un tirón le bajé la tanga hasta los tobillos, ella sacó un pie y con el otro tiró la tanga a unos metros.
    
    Le abrí el culo y se lo chupé mientras le metía los dedos en la concha, no paraba de mojarse.
    
    Me paré detrás de ella levantando su ropa y sacando todo por arriba, el vermout ya se ...
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