Fuí a Huancayo con mis padrinos ( capitulo 3 ) - Relatos Eróticos

Fuí a Huancayo con mis padrinos ( capitulo 3 )

Cuando me desperté tenía a mi lado durmiendo a mi madrina, miré dónde estaba su esposo, como me dijo ella aún dormía la borrachera entonces le agarraba con muchísimo morbo sus  redondos glúteos y mí dedo índice le recorría toda la raya del culo y ella no reaccionó. Hubiera continuado pero tenía ganas de miccionar me levanté de la cama con cuidado para que no sé despertará al salir del cuarto ya no había bulla todo estaba en silencio y  cuando llegué a la sala, ví a muchos invitados durmiendo en los muebles   y sillas luego de la tremenda juerga que tuvieron en la celebración por el matrimonio, cuando salía ví la hora en el reloj de su sala ( 7.43 am ) así que aún tenía tiempo para seguir con mí madrina apuré el paso y me dirijo al cuarto. 

Miré que mí padrino roncaba así que con cuidado volví a echar a la cama, sabía que no tenía tiempo suficiente para el preámbulo, ahí me desnude y  acomodé detrás de mi madrina y así como estaba soñolienta la puse  en cuatro patas y subí su vestido, ahí le frotaba mí verga en el medio de sus nalgas.

-! Hum..mm. ,qué estás haciendo..? 

Preguntó mí madrina aún adormitada y yo seguía pasándola toda mí verga entre sus hinchados labios, ella daba sus primeros gemidos, había logrado que volviera la calentura a su cuerpo, me dijo que la ayudase en quitarse la ropa y dije que éso era muy peligroso si sé despertará su marido.

-! Sí no me ayudas ya en quitarme la ropa, entonces ya no quiero seguir..!

No me iba a quedar así, con cuidado ...

... le quité su vestido, luego la tanga y le abro sus nalgas y le introduje toda mí verga en su lubricado agujero.. y uyy que rico sé sentía a sus 58 años ella aún apretaba y recordé que su hijo lo tuvo por cesárea y ese era el motivo que las paredes vaginales apretaban deliciosamente mí pene. La sujeté de sus cabellos cómo fuera una yegua y la empecé a cabalgar.

Ahora a mís 19 años era el jinete de mí madrina y ella recibia las primeras embestidas en su caliente chucha y le puse en su boca una almohada así evitar que sus gritos pudieran ser en la casa y empecé ya cachárnela con tanta fuerza que yo creía qué le iba a destrozar su vagina, pero ella me dijo que siguiera que le estaba gustando cómo le introducía mí verga dentro de ella.

Tenía en cuatro patas a mí madrina cómo sí fuera una perra le introducia  mí verga entera, sabía que le gustaba y mis movimientos de pelvis era muy fuertes, chocaban contra sus nalgas, le tiraba del cabello como sí fuera a arrancárselo y ella gemía luego metía dos dedos en su culo mientras me la seguía tirando.

-! Ahhh.. siiiiii. me encanta tu vergaa Pepitoo.. yá sé que creciste..mm .!

- ! A mí gusta cómo apreta tu chucha que llevas al cieloo. ahh .ahh..!

Mientras la cachaba le acariciaba el clítoris éso la calentaba mucho más empezó a gritar cómo una perra, me decía que nunca su marido le había hecho eso y me gustó saberlo, pero era muy peligroso teniendolo a poca distancia a él, además estábamos en la casa de su familia así que tuve ...