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La negra Yuliana, la reina de la Rosinha
Fecha: 31/03/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Infidelidad Autor: Cirorock31, Fuente: CuentoRelatos
El marido de la negra Yuli se fue a jugar al fútbol con sus amigos en la favela la Rosinha. Él le había prometido que cuando volviese de la cancha estarían un rato juntos, pero la negra Yuli espero y espero y esa hora y media se transformó en dos horas y media. Yuli cansada de las promesas de Raúl, se vistió muy sensual para ir a ver a un muchacho que le gustaba mucho y que trabajaba en un bar de Río. Se ponía una mini elastizada para salir, mientras ella fantaseaba con todos los machos que la mirarían por la calle mientras el tonto de su marido perseguía un triunfo en la cancha. Yuli miraba su culo por el espejo y se enorgullecía de su espectacular figura. Camino al bar de su amigo, los hombres la mirarían de arriba a abajo diciéndole obscenidades. En una última mirada al espejo, se dijo a si misma: - "Este hijo de perra va a ser el cornudo más humillado de la Rosinha" Ni bien llegó al bar esta preciosa morenita pidió un menú de cosas dulces para ponerse a tono con la situación. Le sirvieron unos postres ricos que a ella le gustaban mucho, pero ella quería otra cosa. La negra quería que alguien la atienda y le ofrezca algo de diversión. Su mala cara lo decía todo y de eso mismo se percató el mesero que la conocía por ser amiga del dueño. A Yuli se le cambió automáticamente la cara cuando vio al chico mesero acercándose a ella. Le dijo al empleado: - "Esto parece rico pero yo en realidad vine por otra cosa. Vine por una buena pija". Marquinho el mesero quedó un poco atónito ...
... con el vocabulario de esta linda zorra. Ella no dijo ni una palabra más y levantó ese hermoso culo de la silla para dirigirse a él. Yuli le propuso ir hacia la parte de atrás del bar para poder recibir el postre que ella tanto deseaba y que su pareja no podía darle en ese momento porque estaba jugando al fútbol con sus amigos. La negrita lo puso contra la pared mientras lo miraba fijamente con sus sensuales ojos negros. Miró el bulto del mesero y no dejaba de imaginar lo rico y bien que la iba a pasar chupando esa pija. Yuli agarraba ese pito parado por el pantalón de Marquinhos. Mientras lo miraba sacó ese falo que golpeaba contra su cara. Allí empezó a succionarlo y saborear ese terrible pedazo de carne. La morena de la Rosinha chupaba esa pija mientras pensaba en la cara del cornudo de su marido. Ella imaginaba y el mesero contemplaba el espectáculo de Yuliana con asombro. La negra chupaba agachada con su minifalda subida a la altura de su cintura. Mientras se la chupaba, ella lo miraba a los ojos para saber si Marquinhos estaba realmente complacido con su intrépida lengua. Yuli no dejaba de a contemplar con admiración aquella enorme verga y deseaba ardientemente metérsela por la cola. Le dio una última succionada sin dejar de sacarle el jugo a esa fruta. La morena se abrió de piernas para que le chupasen la concha, mientras Marquinho cumplía con creces lo que ella quería. Saboreó cada centímetro de esa vagina como un niño saborea un caramelo. La negra se ponía en cuatro y ...