Mi raja se humedece enseguida
Fecha: 31/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: porcaliente, Fuente: CuentoRelatos
Soy una chica bien caliente, española, bajita, de pelo negro y largo, 1.62 de estatura y unos 56 kg aproximadamente. De pecho no tengo mucho pues uso una 85 pero las tengo bien puestas, redonditas, blanquitas y suavecitas, con unos pezones rosaditos y muy suaves. Tengo un culo bastante llamativo porque es respingón y aunque soy algo modesta es de forma muy bonita. Mi coño lo tengo bien depiladito, una raja bien ardiente y que se humedece en seguida y que está hecha para lamerla con pasión y perforarla hasta dejarla bien abierta y rellena de leche. Ahora que ya me he descrito físicamente, paso a contaros mi historia. Como ya he dicho, soy una chica bien caliente. Conocí a un chico en una discoteca y aunque para ser sincera al primer momento no me llamo la atención porque era más joven que yo por unos cuantos años y no era físicamente como me impactaban a mí a simple vista tenía su morbo. Entre otras cosas por el perfume que llevaba (me fijo mucho en eso) y porque bailaba reggaetón… mmm. El caso es que en un primer momento no me llamo la atención, pero bailamos bailecitos de esos calientes y estuvimos conversando de cosas que nos gustaban y fantasías sexuales y todo eso. Al final de esa noche no pasó nada más, solo nos intercambiamos los teléfonos y quedamos en que ya hablaríamos. Un día me encontraba en el trabajo muy caliente porque me había levantado con el “día tonto” como lo llamo yo. Así que me acordé de este chico y pensé: ¿y por qué no darme y darle una oportunidad ...
... y de paso apagar este fuego? Total que le mande un sms caliente al móvil: “Estoy muy caliente, ¿podemos vernos hoy para calmar este fuego?”. Lógicamente no tardó mucho en contestar: “Estoy solo en casa. Mi dirección es… Tengo piscina, por si quieres traer bikini.” Yo trabajaba hasta las 9 de la noche así que en el siguiente mensaje le puse que preparara algo de picar para matar el gusanillo y que preparara una botellita de champán en su cubitera para que estuviera bien fría y que sobre las 10 de la noche estaría por allí. Salí a las 9 y fui corriendo a casa a ducharme y perfumarme para él. Elegí con esmero mi atuendo: una camiseta ajustadita sin sujetador, una mini falda con un micro tanga debajo y unos zapatos de tacón. Cogí mi pelo de cualquier forma y ya me estaba calentando solo de pensar como reaccionaria al verme así. Llegué a su casa y le di dos besos en las mejillas pero casi rozando sus labios. Ahí ya noté que se estaba empezando a poner nerviosito y eso a mí me ponía cachonda, y se notó en que mis pezones se endurecieron y él, por supuesto, se dio cuenta y no dejaba de echarme miraditas a las tetas disimulando. Salimos a la terraza, donde estaba la piscina y una mesa muy bien preparada con picoteo y una botella de champán enfriando en su cubo lleno de hielos. Me pregunto: -¿picamos algo? Yo tenía más hambre de otra cosa pero le dije: -Vamos a comer algo para mantener el estómago entretenido. Me senté en una hamaca, en el borde y empezamos a comer. Lo tenía justo ...