descubrí a mi esposa cogiendo con el perro - Relatos Eróticos

descubrí a mi esposa cogiendo con el perro

María es mi esposa una mujer de 1.60 metros de altura, con una figura esbelta y proporcionada. Su piel es clara y radiante, libre de imperfecciones, lo que le da una apariencia juvenil y cuidada.Tiene un rostro ovalado con facciones armoniosas. Sus ojos color cafe, son grandes y expresivos, enmarcados por largas y oscuras pestañas que acentúan su mirada. Sus cejas, gruesas pero bien definidas, le otorgan un toque de carácter y elegancia.La nariz de María es recta y delicada, complementando perfectamente sus otras facciones. Sus labios, carnosos y bien delineados, son de un color rosado natural, y cuando sonríe, revela una dentadura blanca y perfecta. Prefiere los vestidos ajustados que destacan su cintura y curvas suaves. Sus pechos son suaves y medianos, su trasero firme y redondo hace que volteen a verla en la calle cuando usa pantalones o mallones ajustados. 
Bueno ahora sí lo que interesa realmente, somos una pareja de casados, sin hijos, por motivos del trabajo salgo temprano y regreso muy noche, ella no trabaja. Para que no se sienta tan sola compramos un perro, un pastor alemán (lo tenemos desde cachorro), pasaron los días y el pastor alemán ya tenía el año de edad. La empresa para la que trabajo contrato más personal haciendo mi carga menor, no le dije a María ya que mi horario seguía siendo irregular, pero un día el jefe me dejó salir temprano, quería sorprender a María comprando flores. Cuando llegue a casa entre en silencio eran las 5 de la ...

... tarde, yo por lo regular llegaba a las 9 o 11 de la noche, al entrar escuché leves gemidos, por mi mente pasaron mil cosas menos lo que estaba a punto de ver, me acerque a nuestro cuarto sin hacer ruido cuando de repente veo a mi esposa en 4 con el perro encima follandola de manera frenética y ella gimiendo y gritando "si papi dame más, dale la leche a tu perra" por lo visto no era la primera vez ya que el perro tenía calcetines en las patas delanteras y estás sujetaban sus caderas para jalarla, ella empezó a gemir más fuerte y el perro se dio la vuelta quedando culo con culo, yo solo veía como estaban pegados, cuando escuché un plop y el perro se despegó, ella se quedó en 4 mostrando su vagina llena de semen de perro escurriendo, se dio la vuelta y el perro estaba acostado chupando su pene rojo y como de unos 20 cm, ella se acercó gateando, lo tomo con la mano y empezó a mamarle la verga hasta dejarlo bien limpio, ella volvió a ponerse en 4 y se dio una nalgada, el perro bien entrenado se volvió a subir, ella le acomodo la verga en la entrada del culo y se la dejo ir entera sin descanso ella gemía como una perra, y decía "más papi, coge a tu perra en celo, dame como la perra que soy" de nuevo unos 5 minutos cuando empezó a gemir más fuerte, el perro se dio la vuelta y la empezó a rellenar de semen. 
Para esto me salí sin hacer ruido, me fui a dar unas vueltas por la ciudad, tratando de razonar lo que acababa de ver. 
No sé si hablar de lo que vi o que hacer.