Cine Colonial, Puebla - Relatos Eróticos

Cine Colonial, Puebla

He tenido varias experiencias en los cines porno de la ciudad, la mayoría en el Pardave, al cual, lamentablemente ya lleva más de un año cerrado, en los últimos meses he ido al Teresa y he tenido algunas experiencias interesantes. Tengo 21 años, soy de piel morena, mido 1.70, soy talla 28 y me gusta usar lencería. En repetidas ocasiones me han dicho que parezco mujer dada mi complexión, el que mi cabello sea un poco largo y mi voz algo aguda pese a mi edad. Esto sucedió hace como un año. Desde hace algún tiempo ya no he querido ir al Colonial ya que se han vuelto muy estrictos; los cuidadores entran y dan rondas cada 5 minutos y si te ven haciendo algo “inapropiado” te deslumbran con una lucecita e incluso pueden echarte. Fue un día sin escuela, como de costumbre llevaba ropa de mujer debajo de la ropa de hombre, llevaba una tanga rosa, medias con moños, un liguero y un sostén rosa el cual era cubierto por una chamarra que llevaba. Ese día tenía deseos de tener un pene dentro de mí y, ya que estaba cerca del cine decidí probar algo de suerte. Después de entrar estuve vigilando por un largo rato a las personas que pasaban, de entre todos hubo un gordito que me llamó mucho la atención por desgracia, aunque también capté su atención se retiró una vez que vio mi lencería. Casi al final de mi estancia pude verlo atragantarse con un pene. El cine tiene dos salas y dos baños, uno siempre estaba cerrado dependiendo de la hora. Por costumbre, siempre iba a una sala veía un rato que ...

... podía obtener, iba a alguno de los baños y después entraba a la otra sala, nunca estaba en el mismo lugar por más de 10 minutos. En esta ocasión pasó algo curioso, en mi primera ida al baño pude conseguir lo que quería. Como dije, los trabajadores están vigilando todo el tiempo por lo que casi nunca hay diálogos y siempre se va directo a la acción. Entré al baño, me bajé los pantalones y me empecé a masturbar frente a un orinal, había varios hombres también, así que rápidamente algunos se me acercaron, primero llegó uno que me agarró firmemente el trasero y otro me tomó de la cabeza y me acercó a su pene, sin poner resistencia me llevé uno a la boca mientras el que me había agarrado el trasero se aprovechó, me movió la tango y me penetró, estaba yo tan excitado que ni siquiera me importó que esa fuera la primera vez que me cogieran sin condón. No pasaron ni dos minutos cuando sentí el semen tanto en mi boca así como en mi trasero. Ambos rápidamente se subieron los pantalones y se fueron. Yo me tardé un poco más en arreglarme, una vez listo volví a buscar más penes. Estuve una hora más sin nada de acción. Ya eran las 6:30 y decidí que ya era hora de retirarme pero antes de irme un sujeto me habló, realmente ya no recuerdo cómo era (tampoco los otros, en esos momentos no me importaba otra cosa que sus penes), después de una conversación forzada y aburrida le mostré mi ropa, me llamó puta y me dijo que fuera a un cubículo del baño para cogerme. Obedecí sin poner ningún pero. Una ...