Sexo de una sola noche
Fecha: 03/04/2018,
Categorías:
Anal
Hetero
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
Era mi último día en la ciudad de Houston y después del seminario que impartíamos para la compañía que representaba, decidí esa última noche visitar el bar al cual miraba siempre inundado de gente las previas noches desde el balcón de mi habitación de hotel. Cuando llegué no estaba tan abarrotado como lo imaginé y obviamente se debía a que apenas eran las 6 de la tarde, aunque por ser época de invierno, ya comenzaba a oscurecer. Entré y la única zona que estaba conglomerada era la de la cantina y es por eso que me ofrecieron sentarme en una mesa formal, la cual acepté. Tan pronto tomaba asiento, veo como este otro mesero guiaba a una linda mujer y quien toma asiento en la mesa siguiente y para mi mala suerte o buena suerte, ella me queda a mis espaldas, así que ya no podría seguirla admirando, a menos que cambie de silla para tenerla de enfrente, pues asumo que al igual que yo, quiere estar pendiente de la muchedumbre en el área de la cantina. Tiene ese aspecto de hispana/latina, con su cabello oscuro y lacio pero que ella lo ha sujetado con alguna liga. Su rostro es alargado y tiene unos labios sugestivos los cuales lucen de un rubí que invitan o incitan a besarlos. Es una chica bella y sabe que su silueta es perfecta para atreverse usar un vestido blanco que le sienta ceñido a su escultural cuerpo. En los segundos que divisé su lindo rostro al caminar frente a mi mesa, le calculé entre los 28 a 35 años máximo. Tuve que hacer el intento de alguna manera que pasara ...
... desapercibida para poder voltear a ver atrás y después de haber ordenado un coctel y unos aperitivos, busqué el lavamanos y esto me dio la oportunidad de volver a ver su lindo rostro, y ahora al yo pasar frente a su mesa, me brinda una amigable sonrisa, la cual devuelvo sin decir una palabra. Regreso y mi coctel y mis aperitivos ya están en la mesa y diviso que la chica de vestido blanco continúa a solas. Vuelvo a sonreír con ella al pasar de nuevo y me siento en la misma posición dándole las espaldas. Habrá pasado unos cinco minutos cuando siento su silueta acercándose a mí mesa y me dice: - Por un momento pensé que me había encontrado con uno de mis actores favoritos, pero al pasar cerca de mi mesa me di cuenta que me equivocaba. – me había dado el nombre del actor. - Algunas personas me confunden con su actor favorito, especialmente con este tipo de luces en este lugar. - ¿Esperas a alguien? - No. –le he contestado. - En ese caso podemos compartir la mesa, ¿si gustas? Y podemos charlar un poco. - ¡Por supuesto! – dije. Después de presentarse como Roxie y con un apellido no muy latino o hispano, intuí que su apellido era el de casada. Después de varios minutos me dio a conocer que era abogada y que se encontraba en la ciudad para una deposición con un demandado por el bufe que ella representaba, así que al igual que yo, estábamos de paso por aquella ciudad. En la plática me dio a conocer que se hospedaba en el hotel frente al que yo me hospedaba, que estaba casada y que tenía una ...