En tacones te ves más linda
Fecha: 06/04/2018,
Categorías:
Fetichismo
Infidelidad
Autor: Happyfeet, Fuente: CuentoRelatos
... que mañana la llamaría. Ella sonrió y entró. Quedamos Mariana, su marido y yo. El marido estaba dormido y muy borracho. Así que él no se dio cuenta que te sentaste adelante junto a mí y que lo primero que hiciste apenas encendí el coche fue abrir tu escote y mostrarme tus tetas. Firmes, con pezones cafés. Pezones grandes y que estaban duros. La aureola era pequeña pero hermosa. Mientras manejaba te acariciabas, te metías los dedos en la boca y untabas tus pezones de saliva. Cada vez que intentaba cogerlos me decías que no. Que manejara. Llegamos a tu casa y llevamos a tu marido cargado hasta tu cama. Él estaba tan borracho que no notó tus tetas al aire. Una vez acomodado él, fuiste hacia el balcón y yo detrás de ti. Me acerqué, te agarré las tetas y te las chupé con fuerza. Las masajeaba, mordía, lamía y tú gemías. Luego te pusiste en cuclillas, sobre esos taconazos. La pose más bella que puede haber. Yo sin pensarlo me saqué la polla y te la restregué por la cara. La besaste y empezaste a darle unos golpecitos con tu lengua. Luego la metiste en tu boca y la mamaste como toda una puta. Entregada a tu trabajo. Mientras yo recibía ese placer, miré a tu marido que roncaba. Dejaste de chupar y te quitaste el vestido rápidamente. Yo sin dudar me acerqué y te besé mientras mis manos te tocaban el coño, metí un dedo. Gemiste mientras me mirabas. Empecé a meterlo y sacarlo y ...
... cuando te sentí lubricada, metí el segundo y así hasta llegar al tercero. Gemías y me besabas llena de deseo. -dime que quieres? -que sigas? -no Mari. Dime que deseas que haga? -que me hagas el amor... Le di la vuelta y ella se apoyó del balcón. No sé si los vecinos nos verían, pero seguro escucharon algo. La humedecí un poco más con mis dedos llenos de saliva y luego suavemente apoyé mi cabeza sobre su coño. Luego la metí suavemente, sintiendo cada centímetro de su cuerpo y palpando su excitación. Era hermoso como tú culo golpeaba mi cuerpo con cada embestida que cada vez era más fuerte y rápida. Tú culo levantado por los tacones y esos tacones que sonaban con el temblor de tus piernas que no podían con el placer. Verte así, ver tus pies arqueados en los tacones sucios con mi leche me puso a mil. Te manoseaba las tetas. Te decía que eras una puta muy buena. Una puta que le había restregado mi leche a su marido y que ahora me la cogía al lado de él. Gemiste y te corriste en un orgasmo genial. Yo no aguantaba más y te dije que te sentaras en la cama. Te dije que estirarás los pies y sobre ellos me derrame, sobre tus pies, tacones, piernas y sábanas. Caíste rendida. Me monte sobre ti, te besé y me despedí. Te acomodaste cerca de tu marido y así desnuda, entaconada y lefada, dormiste junto a él. Yo salí, llegué a mi casa y me dormí pensando en lo linda que se veía Dani...