Mari Carmen, una madre muy ardiente. 4.
Fecha: 06/04/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues
... interferencias. -¡Noo!- exclama la madre, abochornada por las palabras de Pablo- no, nada de eso. ¡He venido para terminar con todo!¡Por Dios , eres mi hijo, no mi amante! Y si yo digo que se ha acabado, se ha acabado…¿Entendido? Pablo se levanta de nuevo y avanza hacia su madre. Mari Carmen no sabe qué hacer. El olor a verga caliente es tan penetrante, que nubla su cerebro, ya bastante nublado por la visión de aquella enhiesta y poderosa polla. -Terminado- repite- Quiero que lo comprendas. Nunca más lo haremos. ¿De acuerdo?- -De acuerdo- dice Pablo, sonriendo. Y a la vez que sonríe, aferra con sus manos la chaquetilla de su madre y se la quita con facilidad. -¡Noo!¿Qué haces?- grita Mari Carmen. -¡Basta, detente, Pablo, por favor! Pablo no quiere oír nada que no sean las palabras de su propia y calenturienta imaginación. Con la fuerza de su juventud, domina a su madre, reteniéndola por los hombros. -¡No digas tonterias tú ahora, mamá!- le grita, fuera de sí- ¡Si has vuelto aquí, ha sido para follar conmigo a gusto!¡Necesitas mi polla, mamá, reconocelo! -¡No, por favor, no es eso!¡Ten…tengo que irme, dejame ir, por favor!- suplica Mari Carmen, sin hacer en realidad ningún esfuerzo para zafarse de las manos de su hijo. Pablo la mira a los ojos y ve en ellos el miedo al placer, pero también ve el deseo irrefrenable de sexo que domina a su madre. Sin hacer caso de sus protestas, le destroza la blusa, arrancándole los botones de cuajo. -¡Nooo!- exclama Mari Carmen, mientras ...
... Pablo la despoja de la blusa. El chico, lanzado, imparable, aferra la falda de su madre por la parte superior y tira de ella hacia abajo. -¡No, Pablo, por favor, no me desnudes otra vez!- grita la pobre madre, excitada, mojada, con el corazón palpitando a mil por hora-¡Tengo que ir al trabajo, déjame ir, por favooor!- Pablo empuja a su madre hacia un sillón. Mari Carmen, con la falda arremolinada en torno a sus tobillos, está paralizada. Pablo se lanza sobre su madre una vez más y le quita la falda y los zapatos. -¡Ooooohhh!- gime la madre, casi desnuda. Ahora, solo lleva encima unas bragas blancas de encaje y un sujetador del mismo color, además de las medias blancas que cubren sus piernas. El joven sigue sobre ella. La cuarentona puede sentir su respiración entrecortada, puede ver la mirada lujuriosa en sus ojos. - ¡Oh, Pablo, otra vez no! El chico le desabrocha el sujetador. Las jugosas y colgantes tetas de Mari Carmen se derraman hacia ambos lados ; el chico las admira un segundo y luego, sin dudarlo, le quita las bragas a su madre de un solo tirón. -¡¡Nooooo!!¡¡Mis bragas nooo, otra vez nooo!!-exclama Mari Carmen, temblorosa, con el coño mojado por completo, excitada, sin poder dejar de disfrutar viendo a su hijo desnudo y empalmado junto a ella, encima de ella. Pablo se queda quieto, en pie, mirando a su madre. Mari Carmen está desnuda frente a él, sentada en un sillón, abierta de piernas, mostrándole una vez más su coño sonrosado y humedo. La mujer sabe que debería cerrar ...