Otra salida con Helena y amigas
Fecha: 06/04/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... de la mesa y nos sirvieron otra ronda de tragos.Carla comenzó a abrir los regalos que había recibido. Uno era una colección de condones fluorescentes, que brillaban en la oscuridad. Cecilia acotó que se vería muy bien rodeando la enorme verga del futuro esposo. Las demás quisieron saber cómo Cecilia conocía el tamaño de esa verga, pero antes de que pudiera responder, todas se largaron a reír, incluyendo a Carla…Otro regalo era un vibrador de dimensiones descomunales. Era casi tan grande como nuestros brazos en su dimensión. Carla abrió los ojos en sorpresa, diciendo que su novio no la tenía tan grande.Helena entonces le dijo que le serviría para cuando no quedara satisfecha. Seguramente iba a doler un poco si conseguía metérselo todo entero, pero ese detalle agregaría un poco de morbo a la situación.Yo estaba ya demasiado risueña por el exceso de champagne y margaritas. Noté que los tres hombres presentes no me quitaban la vista de encima y entonces supe el por qué… Mi falda se había subido dejando al descubierto mis muslos entreabiertos, que naturalmente dejaban ver mis labios vaginales depilados…El barman desde lejos me ofreció otra "margarita"; aunque esta vez me pareció que le ponía el doble de tequila y me la envió con uno de los mozos. El chico se acercó, aprovechando para rozar mi mano al entregarme la copa.Mientras saboreaba mi nuevo trago, noté que las otras chicas también se habían percatado de las miradas masculinas y todas ellas ahora parecían estar atentas a ...
... cada movimiento de sus cuerpos y a cada pose...De pronto Helena llamó a Francis, uno de los mozos, para que se acercara. Le dijo que lo necesitaba para enseñarle a Carla cómo se utilizaba ese aparato vibrador.El chico dejó la bandeja a un lado y se acercó a mi amiga, comenzando a acariciarle el cuello suavemente. Helena parecía disfrutar de esas caricias, gimiendo suavemente con los ojos cerrados. Las manos de Francis entraron en su escote y comenzaron a acariciar sus hermosas tetas. Pude ver que mi amiga entraba en un estado de éxtasis.Toda su sensualidad empezó a brotar. Movimientos cadenciosos al ritmo de las caricias, se empezaron a hacer más marcados y vehementes. Ahora el chico se había inclinado sobre ella y su lengua recorría sus pezones erectos, pasaba de uno a otro, se detenía entre ambos, los mordisqueaba; haciendo que Helena temblara de placer. Ella por supuesto buscaba algo más, pero seguía jadeando sin decir nada, incitando a Francis a que continuara su recorrido.El barman se acercó a Cecilia, intentando hacer algo parecido. Ella dudó al principio, pero enseguida se dejó llevar. Le susurró al hombre muy suavemente:“Quiero que me hagas lo mismo que le están haciendo a ella”“No hay problema, yo soy su maestro” Respondió el barman sonriendo.La tomó por las nalgas y la levantó en vilo, llevándola hasta otro sofá cercano. La recostó allí; le sacó los zapatos y empezó a besar sus pies. Luego comenzó a subir con su lengua por el interior de los muslos, mientras levantaba ...