Mini súper
Fecha: 07/04/2018,
Categorías:
No Consentido
Anal
Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos
... que sea? —Lo que sea —repitió, su mano sobaba mi verga por encima del pantalón. Tenía mucho tiempo que nadie me tocaba. Y reaccione de inmediato. Me zafé el cinturón y baje mi pantalón. Mi verga quedo frente a su cara, pude sentir su respiración en mí, sus lágrimas ahora humedecían la punta de mi verga. Y después de dar unos besos torpes fue metiendo mi verga en su boca. Al parecer no era tan inocente, aunque si algo torpe. Pero tras años de soledad, estos labios me hacían inmensamente feliz. Ni siquiera cerré los ojos, incluso le tome el pelo para poder ver esa boquita tierna llenándose de mí. —Abre los ojos —le ordene. —… —Ábrelos que quiero que me mires. Levantó la cara y sus ojos me miraban fijamente mientras entraba y salía de su boca. A ratos descansaba y me masturbaba con su mano, pero es que yo de mano ya tuve mucho estos años. Así que la obligaba a seguir chupando. —¿Eres virgen? —levantó la cabeza y negó sin deja de chupar. La levante y la coloqué sobre mi escritorio. Levante su falda y mande a un lado sus calzones de algodón. Su sexo rosado y apretado me recordó mi juventud. Tarde un poco en poder entrar, ella jadeaba y las lágrimas volvieron a rodar por sus mejillas. Por alguna razón a mi excitaba más y más. —No se puso protección… —No tengo —y si tuviera tampoco lo uniera usado, ese premio del destino no se repetiría. —No acabe adentro por favor… haaa! Comencé a ir más rápido, entraba y salía con más fuerza y ella aunque quería evitarlo, jadeaba más y más. En la ...
... pantalla del monitor Karen, aunque seguía atendiendo la caja, tenía la vista clavada en el fondo de la tienda. Sabía que algo estaba sucediendo en la trastienda. —¿así te gusta pequeña ladrona? —… haaay! Haaaag! —¡Puta ratera! —siempre quise ser un tipo rudo en el sexo, este fue el pretexto ideal. Sabía que con esta chica no tendría resistencia a ninguna petición que tuviera. La gire y la recargue boca abajo, mi verga busco su cola y empuje aunque ella pataleaba y rogaba que la dejara. —¡me duele mucho! —eso y más te mereces puta perrita, por robarme. Aunque trataba de zafarse, mi verga entro y ya no salió. Empuje más y más hasta que sus gritos fueron tan altos que le saque la verga. Cayó al piso y se colocó en posición fetal sobándose la cola. Lloraba, pero ya no me importaban sus lágrimas. Le tome el pelo y le llene la boca, mi verga estaba embarrada de moco, lágrimas y saliva. En el monitor Karen se veía inquieta, pero estaba ocupada con clientes. Así que mi última fantasía la cumpliría. Con ando sentí que no aguantaba más saque la verga de su boca y unos chorros de semen fueron directo a su cara. En todas las películas porno veía que les terminaban en la cara, esta fue la primera vez que yo lo hice. Su frente los párpados estaban embarrados y su boca recibió un poco más. Ahora sus lágrimas estaban sepultadas bajo mi semen. —¿me puedo ir? —Sí, pero aún me debes, así que te quiero aquí el lunes después de la escuela. ¿Entendido? La excitante experiencia me hizo olvidar el ...