Mi primer salida a la calle como Paulina
Fecha: 22/09/2017,
Categorías:
Transexuales
Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos
... se requería, una navajita, una nunca sabe). salí al patio, esperé un momento para percibir si alguien pudiera estar despierto o alguien pasando en la calle y cuando decidí que era el momento, abrí la puerta y salí. Por fin Paulina salía nuevamente a la calle. Lentamente caminé toda la calle hasta la avenida y di la vuelta para caminar las 4 calles que me separaban de la base de combis donde trabajaba mi niño, casi contaba los pasos, me excitaba escuchar el sonido de mi taconeo al caminar por la banqueta, podía percatarme que prácticamente era el único sonido que existía a esa hora de la noche. Con los años aprendí un truco para andar en tacones, y era que juntando los muslos, en una línea recta podía hacer mis pasos mas cortos y por lo tanto más femeninos y si se puede decir, un poco más sensuales sin caer en un contoneo exagerado que llegan a adoptar muchas de nosotras. Cuando llegué a la base mi niño no estaba, así que me propuse a esperarlo, así que me senté en las banquitas de la base que instalan para que las personas esperen, mientras tanto, el despachador no me quitaba la vista de encima, de hecho más que a mí en lo general, a mis piernas en particular, ya que si de por sí el vestido me llegaba arriba de la rodilla estando de pie, estando sentada se me iba muy por arriba de la mitad de mis muslos, yo disimulada hacía como que no me daba cuenta, pues sin querer, esto me ayudaba a modo de prueba, pues significaba que era agradable para el sexo masculino, de pronto me ...
... dice: D- Señorita linda, la combi en turno ya está lista para salir. Y abrió la puerta del pasajero, junto al chofer, que esta vez era un Sr. más grande que mi amor y si puedo ser honesta, nada feo, pero yo le dije: P- Es que estoy esperando a alguien, no me voy en esta, gracias! Entonces el despachador le dijo al chofer: D- Lastima mi cuate, te la perdiste. El cerró la puerta que previamente me había abierto y la combi partió. Yo mientras tanto seguía sentada en la banquita esperando, no me daban ganas de cruzar las piernas, pues si así como estaba, le regalaba a cualquier mirón una gran vista, si cruzaba las piernas podía incluso ya verme como muy ofrecida, así que me abstuve de hacerlo y sólo me senté “de ladito” cruzando mis tobillos para que mis piernas estuvieran bien pegaditas, como que no queriendo, el despachador se acercó a mí con la intención de hacerme la plática, pero en esos momentos llegó mi niño, apenas me vio y se le dibujó una pícara sonrisa, yo me hice la que no lo vi mientras el despachador me decía algo, que obviamente no le puse atención por lo que me disculpé y le pedí: P- Disculpa, no te escuche que me preguntaste? Y el repitió: D- Por qué tan solita mamacita? Yo sonreí por su piropo y le respondí: P- Es que estoy esperando a alguien. Entonces él se sentó a mi lado y me dijo: D- Bueno, pues yo te voy a hacer compañía para que ningún malora te falte al respeto, porque eres muy guapa, y no faltará quien lo intente. P- Vaya! Que lindo! Muchas gracias! Sin ...