1. Encuentro fantaseado


    Fecha: 11/04/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... manera separada, solamente tomados de las manos, luego comenzaron a bailar de forma lenta, muy apretaditos y bien abrazados, lo que provocó en él una terrible erección. Al notar ella la situación sonrió de manera cómplice y apoyó su cabeza sobre su hombro. Gonza podía sentir esas hermosas tetas rozar en su cuerpo y suavemente acariciaba con sus dedos, toda su espalda y su cintura. Se animó tímidamente a besar su cuello, teniendo miedo por la reacción de ella, pero para su sorpresa ella comenzó a jugar con su pelo, le acariciaba la nuca y él la apretó más contra su cuerpo. En ese momento ella soltó un leve gemido, lo cual le indicó que iba por el camino correcto, después se fundieron en un beso largo, húmedo y apasionado, la situación estaba llegando al límite, cuando ambos decidieron ir a un lugar más cómodo. Al llegar al hotel, se fusionaron en otro beso interminable y sus manos recorrían todos los rincones de sus cuerpos, lentamente se empezaron a desvestir uno al otro, de una manera suave y delicada. Gonza, al ver sus pechos que tanto había deseado los tomó entre sus manos, los amasó suavemente y jugando con sus labios sobre esos pezones erectos comenzó a besarlos, muy lentamente, prolongando ese momento mágico. Les daba leve mordisquitos a los pezones y succionaba de manera que ambos pezones quedaban dentro de su boca. Ella lentamente acariciaba su verga súper erecta, mientras besaba todo su cuello, él la tomo entre sus brazos y la ...
    ... llevó y acomodó sobre la cama, ahí estaba ella totalmente desnuda recostada sobre esa cama que también esperaba ansiosa. Gonza recorría todo el cuerpo de Piru con besos suaves, saboreaba su piel exquisita, centímetro a centímetro, mientras besaba sus piernas acariciaba sus pechos, con sus manos contorneaba todo ese magnífico cuerpo, con el que muchas veces había fantaseado. Se acomodaron lentamente y comenzaron con un delicioso 69, y ahí comprobó que lo que muchas veces había leído en los relatos era cierto, que estaba ante una diosa de la succión, mientras se chupaban mutuamente él escuchaba los susurros y gemidos que emitía su compañera, lo cual revelaba la proximidad de ese tan preciado orgasmo. Pronto a venir, levemente fueron girando hasta quedar Gonza entre la piernas de Piru, y se preparaban para lo que sería su primera penetración. Gonza tomó su verga y la dirigió a la entrada de esa chorreante, caliente y húmeda conchita que pedía ser llenada sin más, suavemente con la cabeza de su verga comenzó a rozar en forma circular el clítoris de ella y lentamente la fue penetrando, muy de a poco hasta dejar depositados en ella todos sus 18 x 6 cm de verga. Con movimientos leves al principio y más frenéticos después, acompasados por el movimiento de sus cuerpos, los suspiros y jadeos de ambos anunciaban lo que sería el momento más sublime de ese encuentro, momento que no sería el único, pues la noche recién estaba comenzando... (cont) Gonza 
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