Los pecados del hijo son los pecados de la madre
Fecha: 13/04/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Hola a todos, usare un nombre ficticio, asi que soy Ricardo de 22 años, quiero relatar lo que me sucede actualmente con Saira, la mujer de mi padre. Un sexo increible!!! Mi padre tuvo sus segundas nupcias con Saira, una mujer con buen cuerpo, pero proveniente de una familia conservadora, asi que no se viste muy moderno, pero aún asi se nota el buen cuero que es. Algo timida al principio si. Cuando Saira llegó a la casa yo tenía casi los 18 años. Yo siempre he sido muy cachondo, tal vez más de lo normal para esa edad. Tengo una colección de videos porno inmensa. Todo empezó cuando un día regresé más temprano de lo normal a la casa, luego del colegio. Mi hermosa madrastra estaba bañándose, en la habitación que comparte con mi padre. Yo entré y cuando oí la ducha, subí, abrí la puerta con cuidado, me alegré que estuviera abierta, luego entré y entreabrí la puerta de la ducha, alli vi por primera vez a Saira, estaba de espaldas a la puerta, que par de nalgas tan buenas, duritas, inmediatamente se me paró la verga y me hice una paja rápidamente viéndola, ella intuyó algo y se volteo y me atrapó viéndola, inmediatamente cerré la puerta y salí corriendo de alli, ella después no me reclamó nada. Debo decir que la relación con mi madrastra fue diferente a lo normal, es decir, no llevabamos muy bien, eramos buena compañía, me ayudaba con mis tareas, Saira tenía 31 años y había estudiado algunos años en la universidad, hasta que su padre ya no la apoyó. Ya había confianza entre los ...
... dos, yo entonces le decía que era muy bella,y le decía que se vistiera un poco más moderno, en el closet había ropa de mi madre que posiblemente le quedaría a ella, en los recuerdos que tengo de mi madre ella se vestía muy sexy siempre. Un día que mi padre no estaba, la convencí que se pusiera ropa de mi madre, ella aceptó, se fue a la habitación y se tardó bastante, hasta que me llamó para verla, que lujo de hembra, tenía puesta un traje de dos piezas, una blusa sin tirantes, donde se notaba sus abundantes senos, hermosos, y luego una falda tipo mini, sus muslos gruesos al igual que su pantorrillas, y su trasero grande y parado, no pude evitar pajearme esa noche pensando en Saira, mi madrastra. Casi me desagarro el pene. Saira tenía además tacones altos y se miraba como una diosa sexual. Le dije que no se cambiara, que se quedara asi hasta que se fuera a dormir y ella aceptó, dijo que solo por mi lo haría. Luego vino el acontecimiento que cambiaría todo. Llegué del colegio y oí voces fuertes, mi padre y mi madrastra Saira estaban discutiendo, pero vi que Saira tenía inflamado un pómulo. Pregunté cual era el problema, mi padre me dijo que Saira no le había contado que no podía tener hijos, por un problema que tuvo de niña. Y esa la rabia de mi padre. La insultó y yo la defendí, incluso le quiso pegar de nuevo y yo lo evité y confronté a mi padre, le dije que se fuera de la casa y el se fue. Saira comenzó a llorar inconsolablemente, yo la abracé y la consolé, le llevé agua y le ...