1. La prosti muda


    Fecha: 14/04/2018, Categorías: Anal Fetichismo Sexo con Maduras Autor: daimakaichou, Fuente: xHamster

    Era de día e iba caminando hacia el metro y pasé por una calle donde siempre se ponen unas putas. Estaba con prisa y ni siquiera volteaba a verlas. En la esquina estaba una gordita que me saludó. Yo correspondí y la saludé incluso de beso, y seguí de largo. Ella me gritó para que me quedara pero no me detuve. Como a cien metros vi a una señora que crei que esperaba la parada. No le tomé importancia y continué caminando pero de pronto me tomaron del brazo. Al voltear vi que era la gordita que me había seguido.-Ay, perdón, amigo, te confundí con alguien.-No te preocupes -le dije- y se regresó. En eso volteé y vi que la señora de la parada hacía gestos de burla a la gordita y me di cuenta que se conocían, por lo que supuse que también era prostituta aunque no lo parecía.Era una mujer como de unos 50 años, delgada, morena, bastante canosa. No era lo que se puede decir guapa, pero tampoco fea. Apenas sospechar que era puta se me paró la verga y me dieron ganas de cogerla. Me acerqué a ella y ella me miró. Le pregunté:– Qué onda, ¿andas chambeando?Ella asintió.Al acordar el precio y el tiempo pude darme cuenta de que era muda. Entramos al cuarto que rentamos y se comenzó a desvestir, dejándose la blusa. Le dije que se la quitara pero quería más dinero así que mejor no. Me la empezó a jalar para que se me parara y luego me hizo señas para que me la cogiera en la pose de misionero pero le dije que se montara mejor. Ya montada se empezó a empalar ella solita, se movía bien rico y le ...
    ... agarraba las tetas por encima de la blusa. Pero como se sentía más su brasier, metí mis manos y se lo recorrí para sentir sus pezones. No tenía las tetas grandes ni muy firmes pero estaban ricas. Se las amasaba ytambién le acariciaba las nalgas que sí las tenía duritas. Luego de unos minutos se bajó de mi pito y se acostó boca arriba para que la penetrara; la arrimé a la orilla y parado se la metí y comencé a bombear. Cuando le vi su panocha noté que estaba rasurada de los bordes y sólo se había dejado los pelitos del centro, se veía deliciosa así que se la saqué y se la empecé a mamar. Ella no quería pero le insistí y dejó escapar un par de gemidos leves, que no pudo contener (me di cuenta de que se estaba aguantando).P22-04-14_13.10[1]Luego me agarró la cabeza con sus manos para que me separara de su bizcocho. Así lo hice y continué penetrándola, masajeando su clítoris con mis dedos al tiempo que bombeaba. Le pedí nuevamente que se encuerara completa y ella sólo levantó su blusa. Algo era algo. La volví a sacar y me acerqué a mamarle la papaya de nuevo y ella con sonidos guturales me dio a entender que no y me hizo señas de que eso me costaría más. Como estaba ya muy caliente por ser una mujer madura como a mi me encantan y por su panocha rasurada, le dije que le daba más.– Órale, te doy más pero te dejas que te la mame y te quitas la blusa, ¿va?– Ella estiró la mano y yo saqué otro billete de la cartera y se lo di.– Órale pues, quítate tu blusa y tu sostén.Ella se desvistió ...
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