Una pareja liberal ?? - Relatos Eróticos

Una pareja liberal ??

... a meter y sacar mi pene, su vagina se sentía muy resbalosa. Así que me recargo en su espalda mientras ella aún continuaba recargada en la pared, y empiezo a penetrarla ya más rápido, ayudando con una de mis manos a estimularle el clitoris. Estuvimos así hasta que ambos tuvimos un orgasmo. Me salí de la ducha, y en un rato más salió ella.

Desde entonces nos mandamos un mensaje, y quedamos en algún lugar cuando queremos cogernos.
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“Una pareja muy liberal?”
Hola, yo soy Luis, mido 1.89m, blanco de piel, cabello negro, de complexión mediana (ni gordo ni delgado) pero bien marcadito porque hago ejercicio, ojos cafés oscuros, y un pene de 19 cm, grueso. Hace algunos años hice un amigo de la universidad que se llama Enrique, nos hicimos más cercanos porque éramos roomies ya que estudiábamos en una ciudad distinta de la que proveníamos. Comenzamos a tener la costumbre de compartir a chicas que venían a nuestra casa y cogerlas juntos, incluso a nuestras novias de aquel tiempo.

Al terminar la universidad cada uno se regresó a su ciudad de origen, Enrique se casó, y obviamente estuve ahí presente. Yo sigo soltero. Trabajo en un hospital y esto pasó cuando me dieron vacaciones, yo no tenía ningún plan así que cuando le conté a Enrique, no dudo en invitarme a su ciudad ofreciéndome asilo, acepté y acordamos fechas.

Yo viajé hacia allá, y Enrique me recogió en el aeropuerto. La química de cuando éramos estudiantes aún estaba, nos abrazamos, reímos y fuimos ...

... a comer. Durante la comida Enrique inició una plática “oye, tienes la confianza de estar en mi casa, usar mi coche, todo, incluso a mi esposa”. Yo reí nervioso porque pensaba que bromeaba “cómo así?” Le dije, y él continuó “Si, yo he hablado con ella y estamos en el entendido de que siempre hemos compartido chicas y esta vez no será la excepción, si te dan ganas puedes desquitarte con ella, enserio”. Yo solo sonreía, pero no le seguí mucho la corriente.

Al llegar a su casa, nos recibe su esposa, Gemma, una mujer joven de algunos 27 años, rubia, blanquita de piel, delgada, de muy buen cuerpo, me fijé en ella y tenía un buen culo y unas pechos medianos. La saludé, y luego me instalé en el cuarto de visitas.

Salí y, Enrique y su esposa platicaban en la sala de la casa, llegué y me senté en el sofá de al lado. Me incluí en la plática y era bastante amena. Hasta que Enrique empieza a manocearle las tetas a Gemma, sin pena, ella llevaba una blusa untada y me fijé que no traía brasier, se veía como Enrique apretujaba esas tetas. Eso me empezó a poner caliente. Enrique bajó la blusa y empezó chupar sus pezones, eran rosaditos y pequeños, “no te pongas nerviosa, ella lo sabe” me dijo Enrique, se apartó y me indicó que me sentara al lado de ella, así lo hice y empecé a chuparle yo las tetas, Enrique nos veía y nos dejó solos. 

Gemma lucía seria pero no hacía nada para apartarse, así que le quité la blusa, y empecé a abrazarla por la espalda, apretándole sus tetas, y de vez en ...