Esclava de Modux Moussa 2 - Relatos Eróticos

Esclava de Modux Moussa 2

... negro. -��A tu boquita y a tu culito que más ¡Je, je, je!..�� -��¡No Modux!, estás loco, por ahí no. Me lo vas a lastimar ..lo, lo tienes muy gordo ��. Dije llevándome las manos a mi trasero cómo si ya lo estuviera sintiendo. -��No te preocupes cariño, yo sé cómo tratar un culito fino y quintito cómo el tuyo ¡Je, je, je!�� De la bolsa sacó una pequeña cajita negra, la verdad que estaba intrigada, no sabía con que artimañas saldría ese desgraciado. Ante mi asombro sacó de la cajita un pequeño consolador transparente en forma de hongo, de esos embonadores que les llaman, y que van incrustados en el trasero quedando cómo un tapón, que la manera de usarlos es colocar la punta dentro dejando que la parte plana no permita que el consolador se vaya más adentro. -��¿Que, que es eso? ��. -��No te preocupes ricura, este aparatito va a ser que tu primera enculada sea más satisfactoria. Así que voltéate y colócate sobre la mesa ��. -��¡Modux!, no por favor, ..¿que me vas a hacer?, mira que me va a doler. Yo, yo nunca he hecho nada por atrás ��. -��¡Con ese culito rico que tienes y no te lo han tronado!, que desperdicio. Ándale, voltéate no me hagas enojar ��. Modux me puso sobre la mesa con mi culo en popa, mis tetas quedaron pegadas a la mesa, estaba preocupada por lo que me quería hacer Modux. Este se fue hacía atrás y me bajo el short�s hasta las rodillas. Luego bajó mi tanguita de hilo muy pequeñita que usaba con esos diminutos short�s. Separó mis glúteos y metió su asquerosa ...

... lengua nuevamente. -��¡Ohmm!! �� Exclame al sentir esa lengua colarse en mi trasero. Modux me daba unos lengüetazos desde la concha hasta el ano, mantenía mis ojos bien cerrados y me agarraba de la orilla de la mesa en espera de lo que me fuera hacer ese negro. Luego sacó un lubricante de su bolsa y me lo untó en el culito con un dedo, le daba vuelta al dedo por todo mi ano embarrando de lubricante todo mi esfínter para que nuevamente y poco a poco ir metiendolo hasta la coyuntura. Mi rostro se congestionó al sentir esos dedos ásperos y enormes atravesar mi orificio, aprete los dientes y los nudillos aferrándome a la mesa lo más que pude, evitando sacar un tremendo grito que se pudiera escuchar hasta fuera de la casa. -��¡AARRGGHHHH!!! ¡Sácalo!, por favor me duele mucho ��. Le suplique con el rostro crispado en sudor. Pero Modux seguía concentrado en su trabajo y todo el dedo entró, con mi cara reflejaba el intenso dolor que estaba sufriendo, en mi cuello se dibujaban perfectamente mis nervios del tremendo esfuerzo que hacía para soportar ese dedo que exploraba el interior de mi recto. El desgraciado seguramente estaba acostumbrado a las enculadas que sin duda a equivocarme eran también una práctica obligada con todas las Putas a las que frecuentaba. -��Ya, ya tranquila, relájate ��. Me decía Modux cómo si sus enormes dedos negros no fueran gran cosa. Con su dedo hasta el fondo le dio vuelta haciendo circunferencia, cómo para amoldar mi adolorido culo. Lo sacaba un poco y me lo ...