1. ELLA BAILABA SOLA


    Fecha: 22/09/2017, Categorías: Lesbianas Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... fogón alumbraba el lugar, era todo muy romántico, perfecto. Le ofrecí una taza con chocolate caliente, pero ella prefirió inclinarse por una botella de ron de ancho pico y tomándome de la mano nos acomodamos sobre una mullida alfombra, muy cerquita del calor. Bebimos unos tragos, las sonrisas se habían terminado y nuestros ojos estaban unos sobre los otros sin palabras, solo deseo. Avancé, pegué mis labios a los suyos, suaves, hermosos, femeninos, abrimos nuestras bocas y nuestras lenguas de encontraron, se entrelazaros, la fuerza y la profundidad de nuestros besos fueron en aumento, la lujuria nos invadía, nos dábamos excitantes caricias, besaba su cuello, ella el mío, su pecho se movía exhalando aire, la notaba excitada, como las brazas que se consumían cerca nuestro. Llevé una mano a su busto, apretando con ternura, era suave pero compacto, sus pezones excitados por mis caricias se marcaban en la roja tela del vestido, bajé mis besos por su cuello, lentamente hasta perderme ente el nacimiento de sus tetas, mis manos acariciaban a ambos lados, pasaba las yemas de mis dedos por la tela notando esos pezones puntiagudos, ella suspiraba con los ojos cerrados y su boca entreabierta - Dale, te deseo, seguí, no pares… Lentamente tomé el nacimiento de su vestido y lo fui bajando, milímetro a milímetro, sin apuro, sus perfectos y grandes pechos se iban desnudando y yo pasaba mi lengua por su piel desnuda, de pronto emergieron como el sol al amanecer sus pequeños y excitantes ...
    ... pezones, rodeados por una enorme aureola rosada, concentré mi lengua en ellos, por su rugosa piel, lamiéndolos en círculos, primero uno, luego el otro, me encantaba darle placer, Nadia estaba perdida, entregada, solo se separó un instante para sacarse el vestido que a esa altura resultaba incómodo quedándose solo con una minúscula tanga roja, volviendo al juego y a los besos. Retomé la acción volviendo a lamer sus pechos mientras que con una mano acariciaba dulcemente sus muslos, su vientre, hasta meterla sutilmente bajo la bombacha, apenas unos dedos acariciando los bellos de su pubis, la tenía justo donde quería perdida, fuera de control. Pero la rubia pareció reaccionar de golpe y decidió devolverme parte de lo que yo le daba, tomando el control de la situación, subió a besarme y ahora ella sacaba el pequeño top fucsia que cubría mis tetas, mi pezones estaban duros, y ella se abalanzó sin mediar palabras, mordiéndomelos suavemente, llenándolos de saliva, sentía la electricidad recorrer mi cuerpo, llegando a mi clítoris, estaba toda mojada, empapada en jugos, acariciaba su blonda cabellera dejándola jugar. Luego volvimos a estar frente a frente, besándonos apasionadamente pasamos demasiados minutos acariciando nuestras tetas, pechos contra pechos, pezones contra pezones, éramos dos gatas en celo, calientes. Una de las manos de Nadia se deslizó por mi espalda, bajando se escabulló bajó la ajustada calza, tomando entre sus dedos la pequeña cola less que tenía, tiró con fuerza ...