Debajo del puente Gral. Belgrano (Chaco-Corrientes, Argentina)
Fecha: 18/04/2018,
Categorías:
Voyerismo
Erotismo y Amor
Autor: angelesgrises, Fuente: CuentoRelatos
... ocultan) mis perversiones más oscuras, sensaciones que a duras penas logré controlar conduciendo mis pensamientos hacia otras preocupaciones. Para no resultar extremadamente calentón, teniendo en cuenta que me conocía bastante, intenté disimular y le pregunté si estaba lista, si llevaba su documento (por si acaso nomás) y cosas así. Una vez listos, emprendimos nuestra aventura. Mientras transitábamos el fugaz trayecto que nos llevaba a Corrientes Capital, los temas de conversación se sucedían sin abordar el específico que nos llevaba para esos lados, como si la timidez se apoderaba de nosotros. Llegamos a eso de las 21:00 hs. aproximadamente y como era temprano fuimos a cenar y a dar unas vueltas por esa hermosa ciudad, caminamos un rato por la peatonal mientras la hora hizo su parte pasando rápidamente, llegando a situarse para cuando nos dimos cuenta en las 1 de la mañana. Decidimos ir hacia el auto y dirigirnos hacia el comentado lugar. Nos desplazamos por la Av. 3 de Abril, recorrimos el carril derecho hasta llegar a la zona donde empalma con el puente, seguimos a la derecha y al alcanzar la zona lindante a la Unidad Penitenciaria doblamos a la izquierda y lentamente ingresamos al citado lugar (debajo del Puente General Belgrano) donde se avizoraban automóviles, camionetas y algunos utilitarios. Es destacable mencionar que no había gente fuera de los vehículos, como si un código implícito dictara la norma que todos se quedan dentro del suyo (a fin de no molestar a los ...
... demás). Estacionamos en un espacio libre, a unos diez metros de un Ford Falcon color blanco, a unos cinco o seis de una Camioneta Ford (F100) verde (a nuestra derecha), pero a su vez podría recordar que todos los rodados estaban a una distancia cercana entre sí. La situación en un principio era tensa, por cierto temor a lo desconocido. Pero lentamente fuimos relajándonos y sintiéndonos cómodos al darnos cuenta de que “cada uno estaba en la suya”. Más tranquilos, acomodada nuestra visión a la oscuridad, empezamos a observar los alrededores y rápidamente nos dimos cuenta que en el Falcon la cosa iba avanzada, el auto estaba delante nuestro, como si alguien se hubiera encargado de estacionarnos ordenadamente, ya que la parte posterior del mismo se encontraba delante de la parte anterior del nuestro (a 10 metros aproximadamente), lo que permitía ver en la penumbra, la silueta de una mujer sentada (mirando en nuestra dirección) sobre su compañero de aventuras, el cual a su vez se encontraba sentado en el asiento trasero. Los movimientos de la mujer no dejaban lugar para la duda. Lo estaba cabalgando en forma cadenciosa, manteniendo un ritmo lento, constante. Nuestra situación nos dejaba ver como su larga cabellera marcaba una estela que continuaba al meneo de su cabeza de un lado hacia el otro, llevándonos a fantasear acerca del placer que ambos estaban sintiendo. Nuestra sensaciones eran indescriptibles, nuestras manos, sin dejar pasar más tiempo ya empezaron a recorrer el cuerpo ...