el vigoroso y cálido pene de mi hermano me hizo sentir mujer a mis 38 años - Relatos Eróticos

el vigoroso y cálido pene de mi hermano me hizo sentir mujer a mis 38 años

... fue coraje y rabia se tornó en deseos prohibidos la excitante sensación de ser deseada por un hombre me tenían agobiada de lujuriosos deseos y pensamientos sexuales con mi hermano considerando qué nuestra educación estrictamente marcada por los prejuicios y conservadora manera de crecer, me dejó de importar y vuelta loca de excitacion cegada por la lujuria me orillo a seducir a mi hermano sin importar las consecuencias, en ese momento me sentí empoderada como mujer y decidí darle rienda suelta a mi incontrolable lujuria y excitacion del momento aun cierta del pecado que estaría por cometer  justamente dos días después de soportar la excitacion incontrolable tomo valor  espere la medida noche mi hermano ya dormía yo me pase a ducharme me cubri mi cuerpo con crema y me quedé desnuda por unos minutos observando mi cuerpo y curvas en el espejo para asegurarme que mi cuerpo estaba en buenas formas mis caderas y pompas generosas y carnosas así como mis pechos aun firmes y frondosos hasta que tome mi bata y me dirigí al cuarto de mi hermano consiente qué no ...

... había marcha atrás con mis prohibidos deseos y necesidades incontrolables tome dos caballitos de tequila y en unos minutos mas entre lentamente y encedi la luz mi hermano apenas noto la luz y desertó me miró y preguntó qué pasa qué sucede yo me pare frente a él y le dije que guardará silencio  en ese momento me desprendi la bata por un segundo dudé pero mi excitacion y mi cuerpo ardiente me cegó y seguí abrazándome con mi hermano  y intento nuevamente hablar y volvi a pedirle silencio prácticamente en segundos nos acariciamos sin control sin decir palabras nos dejamos llevar por es candente momento no podría terminar intentando darles detalles solo diré que desdexesa noche mi hermano recorrió y disfrutó de mi cuerpo ardiente desde esa primera vez mi hermano disfrutó con su vigoroso pene de mi boca, mi vagina y mi ano virgen han pasado seis años disfrutando desenfrenadamente del sexo en pecado  nadie en la familia y colaboradores de la empresa familiar sospechan lo qué ocurre detrás de la puerta de casa, siempre cuidados de no dar motivos de alguna sospecha