por fin mia - Relatos Eróticos

por fin mia

Lo que voy a relatarles es 100% real y ocurrió hace unos años. Doris ea prima de mi señora. Una mujer de unos 70 años, bajita, con buenas piernas, tetas grandes y culo algo paradito. Tiene un lunar arriba de sus tetas y se ve cada vez que se pone una blusa algo destapada. Yo siempre la he deseado y cada vez que venia a visitarnos trataba de estar cerca de ella. Las navidades eran una tentación y cuando la saludaba cada vez era mas osado y le daba el beso mas cerca de sus labios. Ella se daba cuenta y se me quedaba mirando. Bueno así habían pasado varios años. En una reunión familiar ella entro a la cocina de su apartamento, que era pequeña y me llamo para que le hiciera el favor de alcanzar un recipiente que estaba bien alto. Paso por detrás y la roce a propósito. Me hice detrás de ella para de puntas alcanzar lo que necesitaba. Así paso. Ali a la sala como si nada. La comida era un bufe y se debía hacer cola. Quede detrás de ella. Le susurre al oído: *Voy a apretar tu culo* así que no te incomodes y no alces la voz solo disfruta. Pase mi mano por ese culo que siempre he deseado. No dijo nada. Sentí como apretaba sus nalgas. pase mis dedos por su raja y sentí apretado sus culo. Seguimos y se sirvió su plato. Me senté a su lado.. Ella estaba callada. En voz bajita le pregunte si le había gustado. Ella me dijo: eres un descarado. No respetas a mi prima y mi marido esta ahí. Pero te gusto? insistí..No me dijo nada. Comió y de pronto su hija le piso el favor de subir a su ...

... apartamento a traer algo.  como estaba cerca me pidió acompañarla. Claro que si con gusto.  Salimos, pedimos el ascensor. Ella no decía nada. Entramos y al cerrarse la puerta la apreté y la bese. No abrió sus labios. Llegamos, abrió la puerta del apartamento. Busco las cosas y yo iba detrás de ella. Volví a tocarle el culo. De pronto se volteo y me beso. Abrió sus labios y empezamos una batalla con nuestras lenguas. Ella usa vestidos y medias de seda. Así que baje mis manos y comencé a frotar sus nalgas y subir su vestido. Metí mis manos entre sus medias y me encontré con un calzón matapasiones. Me reí y se lo dije. Siempre he usado estos calzones le dije. No Doris de ahora en adelante quiero que compres cacheteros y tangas. Si puedes hilos. NO hilos no. Me raspan, me dijo. Así seguimos y comencé a sobar su esfinter. trate de meter un dedo y me lo impidió. *nunca lo he hecho. Por ahí no, por favor. Ella estaba apretando mi verga ya parada y trataba de bajar la cremallera. Me afloje el cinturón y baje mis pantalones. Se agacho y se me metió mi verga en su boca. Sabia lo que hacia. La experiencia de los años, cinco hijos eran su prontuario. Pocas veces lo he hecho pues José, así se llama su marido, poco le gusta. Pero siempre he querido hacerlo. Me gusta. Lo baboseo, escupió y me lo mamo. Volvió a parase y entonces la voltee y recoste contra la mesa del comedor. Subí su vestido, baje sus medias y calzón y ubique mi verga a la entrada de su vulba. Despacio por favor, hace rato que José ...