En la playa con mi madre - Relatos Eróticos

En la playa con mi madre

... rápido, y la tensión que había acumulado durante la noche se disolvió en ese instante.
Sin decir palabra, Sander dio un paso hacia ella y, con un gesto suave, tomó su mano. El roce de sus dedos fue el comienzo de una complicidad silenciosa que los envolvía. Eli, sin pensarlo demasiado, se dejó llevar por el momento, sintiendo cómo sus sentimientos comenzaban a despertar de una manera que no había experimentado en mucho tiempo.
Fue entonces cuando Sander se inclinó ligeramente hacia ella, y sus labios se encontraron en un beso suave, pero lleno de emoción. No fue un beso apresurado ni impulsivo; fue un gesto delicado, que reflejaba todo lo que ambos habían estado sintiendo su madre  sorprendida al principio, se entregó al beso cuando finalmente se separaron, ambos se miraron con una sonrisa tímida.
Después del primer beso, Eli se apartó ligeramente, sintiendo una mezcla de emociones que la invadían. Su corazón latía con fuerza, pero también algo en su interior la hacía dudar. No era solo el hecho de que era su hijo quien le había dado un beso inesperado, sino que hace muchos años no se sentía desea por un hombre y ese hombre era su hijo Sander.
— Sander... —murmuró, sin mirar directamente a sus ojos. — No sé si hice lo correcto. Creo que me dejé llevar por el momento... No quiero que pienses que soy... que soy débil o algo así. No estoy acostumbrada a esto.
Sander, al percibir la duda en su voz, se acercó lentamente, sin apresurarse, como si supiera exactamente cómo ...

... manejar la situación. Levantó su mano y la acarició suavemente por el rostro, haciendo que su madre  lo mirara. Sus ojos eran cálidos, llenos de comprensión, y no había ni una pizca de juicio en su mirada.
— Eli, no te preocupes. Lo que acabamos de compartir no es algo de lo que debas arrepentirte. Si algo, me siento más cerca de ti ahora. —Le sonrió suavemente—. No tienes que temer. Yo... yo quiero estar aquí contigo. Lo importante es que, en este momento  me siento bien contigo, y eso es lo único que cuenta. Las dudas que Eli sentía si era o no lo correcto  seguía rondando su mente, la manera en que él la miraba, la forma en que la tocaba, la hacía sentir protegida, como si no hubiera nada que temer sus remordimientos comenzaron a desvanecerse, reemplazados por una sensación de calma y excitación que nunca antes había experimentado en una relación.
Sander asintió, esta vez tomando sus manos con suavidad.
La empezo a besar nuevamente su madre se dejó llevar, casa caricia se hacía más intensa Eli suspiraba ya que hace mucho tiempo no había estado con alguien, le pedía q sea delicado. En la oscuridad de la noche en la orilla del mar su hijo empezó a quitarle la blusa besarle las tetas ella genia pedía a su hijo que no pare. Ander medio su lengua entre su piernas se encontró con una mata de pelos abrió sus labios vaginales Eli gritaba de placer que no tenía hace muchos años y quien se lo estaba dando era nada más que su hijo Sander, genia pedia que no pare se vino en la cara de ...