Lo que hubiera sido (2ª parte)
Fecha: 20/04/2018,
Categorías:
Hetero
BDSM
Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos
Quisiera ofrecerles, queridos lectores, una disculpa por la ausencia. Los deberes laborales, aunado a mil y un sucedáneos me han mantenido tan ocupado que no había podido escribir hasta hace poco. Les agradezco infinitamente sus valoraciones y el contacto que unas cuantas personas tuvieron conmigo. El conversar con ustedes, me hizo mucho bien y reitero que mis puertas están abiertas a quien quiera comentar o contactarme por medio del correo electrónico. Sin más, los dejo con la continuación de aquello que dejé medio inconcluso… nuevamente, explico que esto es sólo una fantasía… una serie de sueños húmedos que logré aderezar un poco… un puñado de ensoñaciones que, muchas veces, me transportan a otra realidad. De nueva cuenta, va dedicado a… Ana… ********************************* Mientras caminaba hacia el estrado, notaba el peso de todas las miradas de la muchedumbre. ¿Cuánta gente había reunida allí? ¿Doscientas personas? ¿Trescientas? A partir de cierto punto, las cifras dejan de importar y lo único que queda es la masa sin rostro de una multitud. “Grandioso, se va a arruinar el esmoquin que alquilé”, me dije al notar el sudor que me empapaba la espalda y las axilas. El tiempo parecía transcurrir más lentamente a medida que me acercaba a la posición que se supone tenía que ocupar. Al frente y a la espera, la cual, rogaba al creador que no fuera larga. Sin embargo, las mujeres siempre se han caracterizado por hacernos sufrir en las ocasiones más importantes. Mi visión se ...
... tornó roja y trastabillé a unos pasos de llegar a mi destino, pero logré enderezarme. “Ojalá nadie se haya dado cuenta de esto”, pensé. Recorrí con mirada culposa al gentío para ver si alcanzaba a notar algún tipo de burla, pero, nadie dio atisbo de haberse percatado. Estaba profundamente mareado y nervioso. Me obligué a mantener los ojos abiertos y vi como los contornos de mi visión se oscurecían un instante antes de volver a enfocarse. Necesitaba mantenerme despierto. Como si mi mente lo intuyera, me hizo, como en muchas otras ocasiones, soñar despierto con la nostalgia de lo pasado y sonreí al recordar cómo es que había llegado a ese momento… Todo había sucedido en Veracruz, hacía cerca de un año… Eran cerca de las 11 de la mañana. Amanecí desnudo, boca arriba y con la boca de mi futura esposa engullendo mi verga. Ver esa primera imagen cuando despiertas es un privilegio y goce que pocos han experimentado. Me sentía como si hubiese ganado la lotería. Desvié la mirada hacia su cuerpo y no pude evitar sonreír al notar el recuento de los daños. Elena tenía las nalgas y la vulva muy rojas aún (y marcadas). Ella captó mi mirada y sonrió. Se removió sin dejar de mamar, para colocarme sus agujeros a la altura de mi cara. - Así es como se deben de dar los pinches buenos días – afirmé, feliz de la situación y le practiqué un obligado oral aunado a un beso negro. - ¡Ahhhh! Buenos días mi amor –me contestó después de un buen gemido cuando notó mi lengua y despegando la boca de mi ...