1. La acampada de las maravillas


    Fecha: 21/04/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: MIKE25, Fuente: CuentoRelatos

    ... hacer lo que me estaba haciendo con mis dedos y mi lengua le estuve dando todo el gusto que ella se merecía, su clítoris era enorme y estuve jugando tanto con el que tuvo que dejar de chupármela ya que le venía otro gran orgasmo y explotó con un gemido profundo y sus piernas le temblaban, que gran corrida que tuvo!!!! Quedó bastante agotada y se tiró a un lado del colchón, mientras yo estaba recuperándome de la primera corrida y todavía necesitaba mucho más para llegar a correrme, por eso mirando a la pobre borrachita con mis ojos enrabietados le dije: ― Te toca primor. La agarre por los tobillos y la acerque a mí, la pobre no sabía si reírse o resistirse y cuando se dio cuenta de mis intenciones se cerró impidiendo que pudiera seguir, pero para entonces yo no iba a parar le di la vuelta y la puse de espaldas a mi bien estirada en el colchón. ― Nooo, que me dueleee, noooo! ― Tranquila que ahora será mejor. Le estire los brazos para adelante y aunque ella se resistía un poco subí su cintura, quedando con la cabeza apoyada en el colchón con las rodillas apoyadas y dejando su precioso trasero en pompa y expectante de lo que yo dispusiera. Mire un poco hacia donde estaba mi chica y la vi con los ojos cerrados y sacando la lengua de la boca como si estuviese saboreando sus propios labios, como si estuviesen impregnados de un sabor dulce. Me volví sobre la otra chica y agarrándola por la cintura la aproxime hacia mi todo lo que pude, la pobre estaba confusa y no sabía muy bien lo ...
    ... que hacía. ― Déjame ya, porfa, por ahí no nooo Le di un par de mordiscos a su trasero y le fui abriendo las piernas poco a poco mientras le saboreaba su trasero, sus muslos, hasta que sin darse cuenta la tenía bien abierta y casi sin oponer resistencia, le pase mi mano por su enrojecido conejo, y pasados unos segundos reaccionó, sin dejarle pensar mucho le introduje la primera parte de mi rabo y creo que ni se enteró. Fui metiéndosela poco a poco y solo cuando la tenía ya casi completamente dentro arqueó su cuerpo hacia el cielo y empezó a dar una especie de gemidos y sollozos. ― Ya la tienes dentro, tranquila tu tranquila, no hagas nada y no te dolerá. ― Ufffsss aaaaggg, despacio uuufffsss Ella daba pequeños golpes con sus manos al colchón y lo agarraba con cada suave embestida mía, no llegaba a proporcionarle placer y creo que era más por los síntomas del alcohol, pero poco a poco los sollozos se acabaron y daba pequeños gemidos. Estuve bastante tiempo intentándolo de esa postura, le acariciaba sus muslos por dentro y por fuera, su preciosa espalda y acariciaba sus pechos enroscando y desenroscando sus pezones hasta que se pusieron por fin duros como piedras. Ella reaccionó y fui sacándosela entera y volviendo a metérsela por completo y vi como gozaba, cuando estábamos los dos bastante excitados fui metiendo poco a poco uno, dos dedos por sus trasero y ella ni se inmutaba estaba bastante ensimismada con el placer que le daba a su conejito y se movía rítmicamente, era algo ...
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