La granja: ¿Premio o castigo? (4) Dos hacen el amor
Fecha: 22/04/2018,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Crom, Fuente: CuentoRelatos
... primo que pasa – tranquilo conteste. No quisiera incomodarte, pero te acuerdas la otra noche que tú y yo ya sabes – dijo el tímido Si me acuerdo y también lo que acordamos, ya pasaron dos días y ya estoy completamente digamos de algún modo, bien, porque nunca estuve mal, solo que, bueno tú me entiendes – dije al final al parecer Erick me había pasado su timidez. Entonces ¿puedo? mmm esteeee – dijo buscando la palabra perfecta para decir – ¿Hacerte el amor? – finalizo la frase con una mirada tierna en sus ojos pero avergonzado de lo que había dicho. Claro que puedes, Erick – le dije mirándolo a los ojos. Erick dirigió su mano hacia mi rostro y me acaricio suavemente, se acercó mucho más a mí y nuestras bocas se juntaron, no eran besos lujuriosos ni morbosos, sino al contrario eran románticos y suaves, quitaba los botones de su camisa uno por uno con mis manos hasta que su torso velludo quedo al descubierto, nos separamos un rato para que él pueda deshacerse de su estorboso trapo y así aun como estábamos, sentados, ayudo a retirar mi camiseta tras lo cual se inclinó hacia mis pectorales y los beso tiernamente. Se incorporó y me miro a los ojos como esperando una aprobación para seguir, yo le hice un gesto con la cabeza, y se acercó más a mí, mientras caíamos lentamente a la cama, me besaba la boca, el cuello, recorría con besos hasta mi abdomen y se regresaba a mi boca, me estremecía todo lo que él hacía. Así duramos un rato más, luego cambiamos de lugar y esta vez era el, ...
... que estaba debajo de mi, mientras recorría de su cuello hasta donde comenzaba su pubis, mire y note que su verga estaba pidiendo a gritos ser liberada así que decidí que ya era tiempo y comencé por quitarle el cinturón, quite el botón de su pantalón, baje el cierre y su monstruo amenazaba con salir disparado de no ser por la tela del calzoncillo que lo cubría. Acostado en la cama como estaba levantó la pelvis para ayudar a bajarle el pantalón un poco y así pude disponer de su verga para practicarle un poco de mi cariño que tenía hacia él, tenía su mirada puesta en todos mis movimientos, comencé por darle tiernos besos en el glande hasta recorrer todos los centímetros de tan portentosa herramienta. La habitación estaba en silencio y no hablábamos, solo se escuchaba su respiración entre cortada, su mirada atenta seguía la cariñosa mamada que le estaba brindando, se la chupaba no desesperado como estaba acostumbrado, sino lentamente, de arriba abajo pasaba mi lengua, era una maravilla tener esa pinga en mi boca. La metía y la sacaba de mi cavidad bucal y el no perdía detalle, por ratos me acariciaba la cara o jugaba con mi pelo, pase a sus bolas y fue la misma atención, con cariño y sin hacerla algún daño besaba sus testículos, y los metía a mi boca. Erick me detuvo en seco para liberarse por completo de su pantalón y quedar desnudo, intente hacer lo mismo con el mío pero él no me dejo, me acostó a la cama de espaldas mientras que el encima mío, bajaba con sus labios recorriendo ...