1. Secretos en los suburbios


    Fecha: 22/04/2018, Categorías: Incesto Autor: Incest_Lover, Fuente: CuentoRelatos

    ... Su gemido involuntario había pasado desapercibido a sus vecinos, gracias a que estos estaban ocupados disfrutando de sus propios orgasmos. Madre e hijo permanecieron exhaustos sobre la tumbona dándose tiernos besos mientras la polla del chico perdía rigidez y se deslizaba fuera del coño de su madre. El coño de Roció estaba chorreante con la leche de su hijo y sus propios jugos. -Mira nada mas como me has dejado.- dijo la madura observando el resultado de su encuentro sexual. -Si quieres traigo algo para limpiarte.- dijo Javier -Pero claro que no, sabes que nada me encanta más que el sentir tu semen escurriendo por mi coño. Ahora, se un buen hijo y ve por algo para tomar y recobrar fuerzas.- dijo Roció Mientras la mujer se acomodaba a tomar el sol desnuda con el coño chorreando de semen, el chico se dirigió dentro de la casa para cumplir la orden de su madre. Jesús se acomodó la polla dentro de su pantalón y se dirigió a terminar con su labor. Durante toda la tarde su mente siguió reviviendo las imágenes que había visto. El chico se dirigió dentro de su propia casa donde las voces de su madre y hermana anunciaban su regreso. Como siempre estaban discutiendo. El chico no sabía a qué se debía esta discusión y tampoco le importaba, su mente aún estaba perdida recordando lo que había presenciado en el jardín contiguo. La discusión termino cuando su hermana se retiró enojada a su habitación azotando la puesta de esta con furia. Elvira saludo a su hijo y este le contesto ...
    ... distraídamente. La mujer le informo que había traído almuerzo para el pero el chico se disculpó y alegando que no tenía hambre se dirigió a su alcoba. Roció se preocupó por la actitud de su hijo pero este le dijo que simplemente se encontraba cansado luego de limpiar la alberca y comería luego. Ella le agradeció su ayuda y le dio un tierno beso en la mejilla. El chico se sobresaltó al sentir los labios de su madre hacer contacto con su piel y desapareció de prisa rumbo a su cuarto. Elvira lanzo un cada vez más frecuente suspiro de resignación, parecía que sus intentos de unir a su familia eran en vano. Aun así la mujer no se daría por vencida, tenía que seguir intentándolo. La mujer se dirigió al jardín y observo satisfecha la increíble labor de limpieza que Jesús había realizado. Escucho el ruido de risas en el jardín contiguo y supuso que los vecinos estaban divirtiéndose. Como deseaba poder reír así junto a sus hijos. Tal vez luego les preguntaría cuál era su secreto para llevarse tan bien. En su alcoba, Jesús permanecía acostado en la cama sumido en sus pensamientos. La imagen de sus vecinos follando era todo en lo que podía pensar. Follaban con gran pasión y lujuria, se veían como una pareja que llevaban tiempo juntos y sabían lo que le gustaba al otro. El amor era evidente entre ellos dos. Jesús se preguntó hacia cuanto estaban juntos y más importante, como habían terminado convertidos en amantes. En su interior un deseo comenzó a formarse, un deseo oculto que hasta aquel día no ...
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