Nuestro amor sigue floreciendo, no importa el lugar si no la compañía y las ganas - Relatos Eróticos

Nuestro amor sigue floreciendo, no importa el lugar si no la compañía y las ganas

Muy buenas mis queridos pervertidos, les traigo una nueva historia-aventura que tuve con esa chica que llegó a mi vida (lee el relato anterior a este), aunque ahora que lo pienso no se por que se dio ese encuentro en ese lugar.

2 semanas después de que estuve en la casa de mi novia-prima, nos volvimos a poner de acuerdo para volvernos a ver y aver que pasaba, quedamos de vernos el domingo en «la cancha» (es un campito de fútbol rápido con piso de cemento y alambrado (como el que franco describe en el monólogo de la carrera contra el caber)). Se nos hizo fácil escoger ese lugar ya que nadie se aparecía por ahí ya que estaba alejado del centro del pueblo, casi a las orillas, cuando iba llegando al lugar vi que también estaba llegando ella, tenía puesto un pantalón de mezclilla el cual hacia resaltar sus muslos y sus nalgas (ella es chaparrita y un poco gordita) también tenía puesto una playera blanca (como ombliguera) junto con un suéter, además traía un morralito (es como una bolsa que se cuelga como carrillera) en donde traía su teléfono. Cuando llegamos la abraze muy calida y amorosamente aprovechando para darle un beso en sus labios

Yo: *beso* Hola mi amor, estás muy preciosa hoy

Prima: *risita* gracias bebé, me vestí así para ti, además de que este estilo me gusta

La tomé de la mano y nos fuimos a sentar en la pared de aquel campito, las gradas quedaban sobre la entrada a ese campo y si por alguna razón pasaban se veía claramente los asientos y alguien nos ...

... podía ver ya que en este pueblo todos conocen a todos (irónicamente yo no sabía que ella era mi prima) mientras que en la pared estaba tapada por la portería de cemento, me senté y ella se sentó enfrente de mi (entre mis piernas), saco su teléfono y nos tomamos una selfie, después de unos retoques y un texto que puso en la foto la puso de fondo de pantalla

Prima: Mira bebé, *me enseñó la foto y que estaba de fondo de pantalla* la pondré cuando estemos tu y yo, por qué somos primos y nuestras mamás se hablan bien, no quiero problemas pero si te quiero a ti y ¿Tu me quieres?

Yo: claro que te quiero amor, contigo puedo ser una persona libre, además de que tú me pones caliente como una bestia *gruñido*

Prima: *risita* enserio te pongo caliente *se quitó su suéter dejando ver su pansita, pues traía su ombliguera* tu también me pones caliente

Cuando se quita su suéter mis manos bajaron posandose sobre su pansa y acariciandola suavemente subiendo poco a poco a sus tetas las cuales tenía cubiertas pues tenía una brassier, pero sin importarme los masajeaba por encima

Yo: Claro que sí, ya viste como me pones, tu cuerpo me vuelve loco

Cuando íbamos subiendo las cosas de tono, escuchamos que una familia venía, nos levantamos y agarramos nuestras cosas y salimos por la “puerta trasera“ (no tenía ni puerta y daba entrada al panteón por un costado que no era la entrada principal) cuando estuvimos dentro del panteón nos dio risa lo que paso y nos reímos tímidamente

Yo: eso ...