1. Cunnilingus


    Fecha: 15/09/2025, Categorías: Lesbianas Autor: Rodrigo Cnovas, Fuente: CuentoRelatos

    Gala está en la cocina cuando llego. Me llama y voy hacia allá… ¡Me la encuentro desnuda, con un corto delantal en forma de corazón! Me mira picara y me hace una seña con el dedo: “Ven, Micaela”, me dice.
    
    Sus grandes tetas salen por cada lado de la parte de arriba del delantal; por abajo no le cubre todo el vientre. El matojito de vello pelirrojo, revuelto, se aprecia; también sus grandes labios vaginales.
    
    Me acerco y me echa las manos al cuello. Nos besamos intensamente y llevo mi mano a su peludo conejito insaciable. Cuando lo toco está mojado. Gala está cachonda, y yo también. Abre los muslos y yo sumerjo dos dedos dentro del juguito suave, carnoso, caliente, húmedo…
    
    “Fóllalo”, me dice y se da la vuelta agarrada a la silla de la cocina. Su culo voluminoso, redondo y ancho deja ver la entrada del coñito de mi mujer. Sin esperar más me agachó y le como la entradita. Sabrosa, ligeramente salina, líquida, la lamo, agarró los labios verticales entre los míos y los estiró dentro de mi boca. Gala gime. Le busco el clítoris y lo sobo mientras mi lengua le come el orificio vaginal. Me llevo su húmedo licor a los labios, lo paladeo y le pajeo el bomboncito erecto y grueso.
    
    “Jódeme, mi amor, mi vida, ya”, dice jadeando. Me ...
    ... arrodillo y meto tres dedos en el agujero de seda untuoso, receptivo, dilatado. Penetro y giro hasta adentro del todo. Gala jadea a cada follada. La voy penetrando cada vez más enérgicamente hasta que me dice, “Ahhhh, cómetelo; cómete el coño, mi cielo”. Se gira y le hago un cunnilingus mamándole el clítoris y acariciándole el agujerito del ano, como sé que le gusta. Se estremece hasta que se corre subiendo y bajando las piernas. Me levanto, le doy la vuelta. Llevo mi boca a la suya y ella succiona nuestras saliva y flujo mezclados. Le saco las tetas e introduzco los pezones en la boca, chupo…, quisiera que manase leche de ellos, tragarme su leche.
    
    Ya no puedo más, me desvisto y me subo a la mesa de la cocina. “Chúpame, amor”, le digo. “Dame un orgasmo brutal, pequeña”.
    
    Gala se suegra en la silla, toma mis muslos y los abre, como si fuera un albaricoque. Separa mi coño depilado y se amorra en mi chocho chorreante de néctar. Me dejó comer todo: labios, vulva, clítoris… Jadeo mientras su lengua me lleva al paraíso del placer… Gimo cuando me corro y me aprieto con mi chocho contra su boca caliente. Me vierto, me corro, soy toda flujos, grito…
    
    Acabamos abrazadas y le digo “Bien, tesorito, ahora, vamos a celebrar la fiesta”. 
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