NAUFRAGIO V - Interferencia inesperada - Relatos Eróticos

NAUFRAGIO V - Interferencia inesperada

... por favor acéptame eso, así tendrán analgésicos, antinflamatorios, algún antibiótico”

·Bruno: “Gracias hombre, pero…”

·Edward: “Pero nada, son cosas de necesidad, no pienses sólo en ti, ese chico las puede necesitar… y otra cosa, mi plan es venir cada semana o cada dos, pero mañana volveremos para que ya tengan las cosas más esenciales”

·Bruno: “Gracias otra vez, pero no tienen que molestarse”

·Edward: “Es lo mínimo, me iría preocupado si me voy y no sé más de vosotros… y lo de venir cada una o dos semanas, si nos lo permitís es también para saber si siguen bien, no diremos nada, pero a la vez eso me hace un poco responsable de lo que les pueda pasar”

Al día siguiente en la mañana regresaron. Bruno y Cesar nadaron hasta el yate para ayudarlos a descargar, no hubo que hacer mucho esfuerzo, porque utilizaron un bote de goma y sólo tuvieron que tirar de él hasta la orilla. Llevaron todo al torreón y enseguida Alexis preparó café, lo sirvió en vasos, no había tazas.

·Cesar: “Mmm, ¡qué buen café!... o será que hace tanto tiempo que no lo pruebo…”

·Bruno: “Es de las pocas cosas que sí que realmente echaba de menos”

·Edward: “Me alegra que lo disfruten… ¿y tú no dices nada Alexis?”

·Alexis: “Me gusta, pero… siempre me gustó con leche o al menos cortado”

·Edward (sonriendo): “No te preocupes, la próxima vez no se me va a olvidar traer leche”

·Cesar: “¿Por qué no os quedáis a comer con nosotros? No es gran cosa, pero hemos pescado un par de carpas que azadas en la chimenea estarán bien… más hoy que le puedo echar algunas especies, además de la sal”

·Edward: “No te hemos traído sal”

·Cesar: “De eso tenemos de sobra, la obtenemos del mar, ponemos agua en esas ollas y la dejamos evaporar al sol”

·Edward: “Claro, ¡qué tonto he sido!... vale nos quedamos”