Desinhibida dama de honor de boda
Fecha: 25/04/2018,
Categorías:
Confesiones
Fetichismo
Autor: Beatrixxx, Fuente: CuentoRelatos
... vestido a la altura del ombligo; sin dejar de contonearme cadenciosamente y de guiñar un ojo a la cámara. Mientras miraba al video, saboreándome los labios con la lengua y bamboleándome con gracia; comencé a bajarme la tanga de encaje, sin soltar el ramo de flores de la mano. Con delicadeza logre lanzar la pequeña y húmeda prenda íntima con la punta del zapato taco de aguja, a los entusiastas presentes. Gesticulando besitos dirigidos a la filmadora, procedí a separarme los labios vaginales y me introduje un par de inquietos dedos, los cuales; posteriormente me los lleve a la boca para lengüetearlos. Fogosa finalicé el espectáculo, sacudiendo frenéticamente la cola, con el ramillete metido entre los glúteos; sin dejar de sonreír, mirando para atrás por encima del hombro hacia la cámara. Reconfortada por la experiencia y agradecida por los parabienes de los que me rodeaban, fue que accedí a que me siguieran grabando; para recrear una breve ceremonia nupcial, seguida de una alucinante luna de miel. Ante un improvisado altar en la terraza, simulaba que me desposaba con el dueto de apuestos varones en topless de la cintura hacia abajo. Tontamente me corrían las lágrimas por la emoción del ritual, despreocupándome porque me vieran los vecinos de los otros apartamentos; con los senos afuera del escote y con la pollera del vestido recogida y sin ropa interior. Secándome la humedad de los ojos, tras dar el sí, a la postiza y sensual jueza de parte, fui besada con lengua por mis ...
... supuestos maridos, y toda sonriente; mientras era acariciada desvergonzadamente por mis falsos esposos, mostré orgullosa el dedo con el par de anillos de casada a la lente de la video. Gozosa, termine el vals de los novios, tras percibir; como mis provisorios cónyuges, me punzaban el bajo vientre y las nalgas con sus erectas masculinidades. Sin dejar de sonreír a la cámara, pose con una pierna en alto para la sacada de la liga, en la cual; cada uno de mis hombres, me beso con lengua la mojada e hinchada vulva. Luego, el moreno esposo, me abrazo por la cintura y al elevarme a la altura de su pecho, me sujeto; dejándome suspendida con las piernas bien abiertas. Dichosa, con una mano me sostenía las enaguas del vestido arriba del ombligo y con la otra, procedía a lanzar el ramo de flores al acogedor público femenino. Entusiasmada al contemplar a las damas que se disputaban el arreglo floral, me deje llevar por las placenteras e indecentes caricias que me propinaba mi otro marido; al introducir sus juguetones de dos en mi indefensa vagina y expuesto ano. Mirando a la lente de la filmadora con los ojos casi cerrados y esbozando una sonrisa con los dientes apretados, fue que contuve un orgásmico alarido, tras sentir como le morenazo hundía su virilidad por mi orto. Casi desvanecida por el doloroso disfrute, continué sonriendo a la cámara, mientras el otro esposo; me estiraba los labios bulbares, para mostrar la abertura vaginal que me dejo con su metida y sacada de puño. Manteniéndome ...