1. Una noche con dos maduros amigos de mi novio


    Fecha: 23/09/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: mimadaa, Fuente: SexoSinTabues

    ... manos que se metían con desesperación por la parte de enfrente de mi blusa y otras que urgaban en mi pantalón como si alguien hambriento hubiese visto un poco de comida fresca, no cae en cuenta de lo que estaba pasando, estaba perdida, confundida pero casi de inmediato sentí como la mano del pantalón comenzaba a masturbarme, sobaba deliciosamente mi clitoris con dos dedos, aaaw! Qué delicia, ahí ya no podía ni quería hacer nada, sólo me dejé llevar. Al mismo tiempo sentí como una boca comenzaba a chuparme la bubis, se metió una completa a la boca, wow! Como mamaba, como marrano hambriento, chupaba, succionaba, casi me arranca los pezones, qué delicia, de sólo recordarlo me pongo como perrita caliente. Para entonces yo ya estaba escurriendo cuando bruscamente las manos de dentro de mi pantalón dieron un jalón fuerte, desesperado, como de un carcelero pervertidor que lleva años sin sexo, sentí como la tela se rasgó y volvió a jalarme como demente hasta quitármelos, sentía que iba a destrozarme con su desesperación cuando tuviera acceso a mi jugosa panochita y así lo hizo, mamo con un loco mientras me metía dos dedos hasta el fondo con una rudeza exagerada, me perforaba, me atravesaba, que exquisito dolor, mientras me succionaba hasta las entrañas. ...
    ... Voltee a ver a mi novio que casi se la arrancaba a jalones, le veía la cara de gozo, de enfermo sexual, de loco y eso fue la gota que derramó el vaso literal, ahí exploté como nunca antes, sentí que litros de mis jugos se regaban por todos lados muestras yo me retorcía de placer como la perra que estaba siendo y sin un solo segundo de descanso mi novio empujó a los dos gordos asquerosos de sus amigos y les dijo: - "Lo que sigue es todo para mí pendejos, miren" . Acto seguido me la dejó ir hasta el fondo de la panocha, aaag! Que sensación, quería que jamás me la sacara, me envestía como un animal, sin miramiento, sin ningún tipo de piedad, sentía que todo se me rompía por dentro, que me partía en dos, mientras los otros dos se la arrancaban de tanto jalársela y embarraban su leche en el piso uno tras de otro, no pudieron más ante la exquisita escena que presenciaban y yo tampoco pude, volví a explotar y al mismo tiempo mi hombre con un grito sonoro como el macho que es, me atascó de su exquisita leche ardiendo que se mezcló con mis jugos, el piso era un asqueroso batidero, nos tiramos al piso a disfrutar los deliciosos espasmos de ese orgasmo único y poco después sacó a sus estúpidos amigos de la casa casi a patadas y nosotros seguimos la fiesta, mmmmmm. 
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