El doctor se propasa y lo dejo - Relatos Eróticos

El doctor se propasa y lo dejo

Entré a trabajar a un nuevo hospital hace 1 mes y desde el primer día me abordó un doctor de ahí se me acercó con un cálido saludo y picardía en la mirada, yo me considero con proporciones normales nada exagerado, y el doctor a pesar que me sacaba más de 10 años de diferencia se seguía viendo atractivo. Entablando conversaciones con mi colegas me enteré que él era casado y que anteriormente había tenido amoríos con otras compañeras. no le di importancia y simplemente disfrutaba de sus atenciones. Pasaron los días y le di mi número para cuestiones del trabajo, de vez en cuando me mandaba mensajes resaltando mi belleza y en ocasiones insinuando algo más. Hasta que un día le pidieron a algunos doctores salir más tarde entre ellos estaba incluido el, yo por mi parte salía en el horario normal. Un día a mi hora de salida comenzó a caer un torrencial de lluvia y el estacionamiento se inundó por lo que no pude salir del hospital al menos hasta que bajara el nivel del agua, así que me encaminé de vuelta a mi consultorio pasando frente al de él cuando me alcanzó corriendo

Me preguntó que hacía aún ahí y le expliqué la situación de mi carro, él me dijo que me haría compañía y me siguió a mi consultorio yo entré primero y al momento en que cerró la puerta pude escuchar como le colocaba el seguro a la puerta. Mi corazón dio un brinco pero finjo que no había escuchado nada. Él se sentó frente a mí y conforme la conversación fue fluyendo se me fue acercando, primero me rozó la mano, ...

... después por debajo del escritorio empezó a acariciarme las piernas, por mi parte ignore las caricias, hasta que se quedó cayado, me miró directo a los ojos mientras recorría su mano a mi entrepierna la cual ya estaba inchada, caliente, palpitando y chorreando de excitación. Utilizó la otra mano para separar ambas piernas con brusquedad luego introdujo 3 dedos de golpe dentro de mí y me empezó a follar con la mano mientras me seguía viendo fijamente, ya no pude resistirme y solté un gemido, aún con los dedos dentro de mí utilizo el pulgar para masajearme el clitoris y mojarme aún más, para este punto parecía una fuente. -sabía que serías mi putita- dijo y sacó la mano, se puso de pie, dio la vuelta al escritorio me jaló del brazo para que me parara, me tomó de la cintura y me atrajo hacia el, olisqueó mi cuello y me mordió levemente, metió las manos debajo de mi blusa, me desabrochó el brasier, agarró mis pechos con brusquedad, luego fue por mis pezones que ya de por sí estaban duros y me los empezó a estimular dándoles apretones, se sentó en la silla, me alzó la blusa y me chupó las tetas, ambas con mucha intensidad mordiéndome los pezones hasta casi arrancármelos pero eso solo hizo que me corriera mas, mi vagina gritaba por qué la penetraran, pero el continuó mamándome las tetas luego sin despegar su boca de mi pezon se paró y me llevó a la camilla, mientras aún me estiraba mi pezon con su boca me agarró el trasero y lo estrujó, yo solo quería que me penetrara. Sentía que los ...