Mi host father, el macho que me estrenó IX - Relatos Eróticos

Mi host father, el macho que me estrenó IX

(siento haber tardado tanto en continuar la saga...no tardaré mucho en subir el siguiente capítulo)

Así estábamos: Ryan y yo le habíamos roto el culo a Billy, metiendo nuestros dos trabucos a la vez, hasta que yo estallé como un geiser lubricando a Billy de culo a garganta, para que se hermano se lo follara con saña contra la pared.

Ver la espalda de Ryan, su culo en tensión, hizo que siguiera palote perdido y como el perro en celo que era, me lancé a morder sus nalgas duras que imprimían aún más fuerza a la enculada que le estaba dando a su hermano, para después centrarme en su hoyito que palpitaba ansioso por una follada, de lengua o de polla…y me aseguré que esa tarde tuviera las dos.

Le estuve comiendo el ano a base de bien; cada vez que mi lengua penetraba su agujero, a Ryan se le escapan gruñidos de placer, sólo aplacados cuando le comía la boca a su hermano. Estuve un buen rato centrado en su culo, en sus nalgas que masajeaba con mis manos, y que no cesaba de morder y lamer, dejando caminos de baba, que servirían cuando me decidiera a desvirgar a ese macho, a clavarle mi polla hasta el fondo; así que me erguí y me dediqué a pasear la polla por su culo lubricándola con mis babas y los lapos que iba soltando.

Ryan seguía a lo suyo, estaba como loco follando a su hermano, rompiendo a conciencia el culo, clavándole la polla con una dureza y una furia que le encantaban al cerdo de Billy que gemía como una zorra; Ryan meneaba su cadera, pegando la pelvis a las ...

... cachas de su hermano, mientras yo me apretaba a él haciéndome una paja con sus nalgas…era como follar dos tetas duras: podría haberme pasado horas así, pero me estaba volviendo loco por partirle la cola a Ryan …ya era hora de mostrar quien era el gallo de ese puto gallinero.

Sin avisar le puse el capullo en la entrada de su ojete, Ryan no parecía darse cuenta hasta que cuando se retiraba de una embestida heroica contra el culo de su hermano, se clavó de golpe mi rabazo. Gimió de dolor y apretó el ano de forma instintiva, pero mi polla ya estaba dentro, hasta el fondo, y yo lo sujetaba con fuerza para que no se escabullera.

Todo activo tiene que pasar por el aro, cómo si no puede uno aprender lo que es follarse bien un buen culo y dar placer.

Bien sujeto y sin tregua empecé a dar caña a ese macho, que nunca antes había hecho de pasivo. La dureza con la que Ryan se estaba follando a Billy era la misma con la que yo me lo follaba a él. Ryan gemía entre el dolor y el placer, pero aguantó como un campeón las primeras enculadas dolorosas, hasta que sentí la maravillosa sensación del ano cuando se relaja, que fue acompañada de un gemido puramente de placer.

Allí estábamos los hermanos Mansfield y yo dando y recibiendo culo. Ryan empotrando a Billy y dándole rabo, mientras recibía el mío en su culo y yo agarrado a sus pectorales durísimos, retorciendo sus pezones y con mi boca pegada como una ventosa a su cuello.

Estuvimos un buen rato así, hasta que se inició la cadena ...