Las aventuras de Benito y su perro “Husme” XI - Relatos Eróticos

Las aventuras de Benito y su perro “Husme” XI

... si vosotras no entráis en su juego, os aceptara con la misma naturalidad que acepta de socio a Benito, al que por cierto le he propuesto a Marisol para que lo sea en un tercio de la nueva boutique de lencería, por supuesto si él quiere invertir en ese negocio.

-Si eso supone que yo sea el probador oficial, acepto. – dijo riendo Benito y matizo – Cada vez alucino más contigo Gracia, y ahora comprendo por qué todo el mundo que te conoce te quiere, te admira e incluso diría que te venera. Por cierto, como tú eres mi amiga, mi confesora y mi asesora emocional, ¿crees que si Fátima se ha quedado preñada me debería de casar con ella?

-Anda la ostia. – dijo asombrada Gracia dirigiéndose a Fátima – Por lo que parece no solo te ha desflorado, también te ha inseminado, lo que le cunde a este hombre. ¿Y tú te casarías con Benito?

-Pues depende, ahora mismo estoy realmente inmersa en una gran duda. En principio no es mi intención emparejarme, ni tampoco ser madre, pero si fuese así, si acabo preñada, no me importaría ser la amiga más importante de Benito y madre de sus hijos, ya que sé que no sería la única. – dijo riendo Fátima demostrando un humor picaresco – La primera que no lo permitiría seria mi madre, y creo que tú tampoco, porque me parece que lo aprecias muchísimo.

-Tienes razón, lo quiero un montón. – dijo volviendo a reír Gracia – Y al igual que tu madre, no renuncio a los dulces polvazos que me pueda echar, incluso si me comparte contigo.

-Entonces yo os voy a ...

... dejar, que voy a prepararos una cena opípara, voy a ver si os sorprendo con algo sencillo pero sabroso. – dijo Benito dirigiéndose a la casa – Y si tú también quieres bañarte no te lo pienses, puedes ponerte las mismas prendas que Merche y Fátima, pero no respondo si después os pido el postre a las tres.

Cenaron en el jardín, tal como había prometido Benito de forma opípara y brindaron con el cava que había traído Gracia, dando por sentado que Marisol las aceptaría sin ninguna duda, sobre todo porque Gracia ya le había explicado a su amiga, que durante los años que los doce chalets no vendidos se alquilaban, Merche había sido la encargada de formalizar los contratos, y tenía innumerables contactos con gerentes de empresas, cadenas de TV e incluso dirigentes de clubs deportivos, con los que ya había cerrado contratos para famosos, con lo que esa experiencia era un plus para las gestiones que pretendía la nueva propietaria de la inmobiliaria. Pero la que no las tenía todas consigo era Fátima, ya que, si en un principio lo había visto todo de color de rosa, ahora empezaba a tener dudas y temía que dada su nula experiencia ya que acababa de terminar su carrera, la tal Marisol dudase en contratarla. Entonces Gracia, poniéndose muy seria la dijo:

-Mira niña, ni se me ocurriría pedirte lo que voy a decir, sin tener el convencimiento de que puede ser beneficioso para ti en todos los aspectos, pero creo que a poco que seas cariñosa con Marisol, comerá de tu mano. Y no me mires ...