La pequeña Tóxica - Relatos Eróticos

La pequeña Tóxica

... Dirección y, luego de hablar algunos minutos conmigo, al rato yo ya estaba de rodillas frente a él chupándosela de lo más rico.

A mí se me fue el tiempo volando, tanto que se me olvido que mi padrastro iría por mí al Cole a esa hora como lo hacía todos los días. Obvio, al no encontrarme, pregunto por mí y claro está que le informaron que me habían mandado llamar a la dirección.

Él pensó que me iban a regañar por alguna falta que había cometido, así que entro a la dirección en silencio y algo preocupado.

Se quedo helado y tremendamente sorprendido al ver que su linda bb, estaba recostada sobre el escritorio del director, piernas abiertas, sin calzones y la cara del viejo metida entre mis piernas dándome tremenda chupada de sexo y dedeándome el culo.

El no supo que hacer, se quedó congelado mirándonos con la boca abierta y los ojos desorbitados. Definitivamente no podía creer la increíble escena que estaba viendo.

~Hola papi ~ salude con una sonrisa llena de felicidad.

El director pego un brinco y se alejó de inmediato tratando de desaparecer en ese instante.

Mi padrastro se acercó caminando lentamente hacia mí, se le notaba no el enojo, sino la tremenda lujuria y excitación que le había provocado esa increíble visión. Nunca jamás el me ...

... había visto con nadie más. Y ahora, estaba yo ahí, totalmente expuesta, siendo sodomizada por el viejo director.

Eso jamas le hubiera podido pasar por la cabeza, entonces, el demonio de la perversión se apodero de él y sin más, ocupando el lugar del director, me empezó a chupar el sexo de una manera de lo más desesperada. Estaba muerto de excitación y lujuria.

Poco a poco el director se fue tranquilizando y animándose un poco, retomando la compostura y venciendo el tremendo pánico que le provoco mi padrastro, se acercó a mí y me la dio a chupar. Esa sí que fue una experiencia increíble.

La cosa que hace que el sexo sea increíble, es el morbo que se siente al saber que una está haciendo algo prohibido, pero que es tan excitante que la sensación se acrecienta y se convierte en algo tremendamente erótico y sexual.

Lo que quiero decir es que, en esos momentos, no estaba yo solamente teniendo sexo casual con un viejo. Esta yo además cogiendo con mi padrastro, con los dos al mismo tiempo, ¿se dan cuenta?,

Especialmente que ese era mi primer trio y la emoción y sensación era fabulosa, increíble. Sobra decir que ese trio se repitió cada semana hasta que termino el curso. Además, claro está, que seguí dándoles las nalgas a mis queridos profesores, uwu.