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Me encanta disfrutar de esa enorme macana
Fecha: 09/11/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Nancybella, Fuente: CuentoRelatos
Me casé en 2001 y tuve mi primera hija en 2003. En diciembre de 2005 fui a una fiesta navideña que ofreció la escuela en la que doy cursos de manera ocasional. Llevé un vestido corto negro y unas zapatillas muy bellas. De acuerdo a comentarios de las personas con las que bailé me veía muy bien. Mi esposo se quedó en casa con la niña. Una amiga que era quien había prestado su casa me presentó a su hermano, Carlos. un hombre fornido de como 1.80 de estatura y que tenía bigote y una barba mal cuidada. Tenía aspecto de policía judicial, pero en realidad era un migrante que vivía diez meses en Estados Unidos y que venía en diciembre y se marchaba nuevamente en enero. En la fiesta bailé con él y me dio de beber puros preparados dulces que obviamente me emborracharon muy rápido. Se ofreció a llevarme a mi casa. Le comenté que era casada y que debía llegar temprano. Eran cerca de las 24 h. Me llevó y en el camino me preguntó si podíamos pasar a su casa para que recogiera algo que había olvidado y acepté. Quedaba de camino. Una vez que estuvimos en su casa, fue por el paquete que le urgía y yo me senté en el único sofá que había en la sala, a esperarlo. Pero vino y me abrazó violentamente y me besó a la fuerza. Yo traté de separarme de él y no lo logré pues era mucho más fuerte que yo. Me quitó el vestido hasta casi arrancármelo y me siguió besando a la fuerza. Yo decidí no oponer resistencia y fingí corresponderle un poco porque tenía miedo que me violara o al menos eso ...
... pensaba que ocurriría. Una vez que me dejó apenas con mi tanga -no llevaba sostén- me metió el dedo en la vagina y me dolió pues sus manos eran grandes. Fue a la cocina y se untó un poco de mantequilla y me penetró. Me dolió pues tenía un pene muy grande y jadeó hasta que se salió y arrojó el semen en el piso. Me dijo que me vistiera y me llevó hasta la esquina de donde yo vivía. Me quedé muy contrariada y lo volví a ver a mediados de enero. Paró su camioneta pick up y me pidió que subiera. Lo hice sólo porque me pidió disculpas y añadió que había tomado mucho y que había perdido el control. En esa ocasión fue tierno. Estaba a punto de marcharse a Estados Unidos y dijo que no quería irse así. No le creí mucho pues él era casado y tenía tres hijos a pesar que era un hombre de apenas 26 años. En ese entonces yo tenía 31 años. Me pidió si le permitía llevarme a casa y ya su actitud era distinta. Una vez que pasamos frente al campo militar me preguntó si quería dar una vuelta y accedí. Se desvió hacia un lugar llamado Medellín y en un paraje inhabitado se desvió nuevamente y puso su camioneta debajo de varios mangales. Allí comenzó a besarme y acariciarme con delicadeza y me excitó mucho. Me quitó el sostén que llevaba y la falda también y me acarició mi vulva y la lamió como todo un experto. Yo estaba ardiendo. En eso él llevó mi mano izquierda a su pene cubierto por el pantalón y pude sentir un bulto enorme. Se quitó el pantalón y la trusa y su pene sin erectarse se veía ...