No soy así. Capítulo 3: La Final - Relatos Eróticos

No soy así. Capítulo 3: La Final

... dejas de apuntarme con él. – Le contesto medio en broma atrapando su dedo entre mi índice y el pulgar.

-Dejen ya de joder los dos, pedazo de animales, no los puedo dejar solos que ya la lían. – La voz de Javo a mis espaldas me saca de golpe de la fase garrulillo. – Ander, si dejas que estos dos se peguen Nuria se va a cabrear contigo. Y Dani, que te pongas chungo con los idiotas esos vale, pero Tony, aunque un poco gilipollas, no es un Bully y tu rollo Latinking con él no mola. – Su inhabitual forma de hablarme, molesto y un tanto triste, me descoloca. Bajo la cabeza, avergonzado porque en el fondo sé que tiene razón.

-No seas dramas Javo. Este par estaban solo bailando, comienzo a conocer a Dani, no tenía la cara de loco de cuando se lía a tortas de verdad. Estaba jugando, ¿verdad Dani? – Ander rompe el momento incomodo y me da una buena salida, igual si me cae bien después de todo.

-Bueno, sí que me molesta que me apunten, y sí que me irrita el guaperas, pero tampoco es que quisiera de verdad partirle la cara. Bueno, tal vez atizarle un poquito sí. – Hablo en serio, pero todos se ríen de mi respuesta, Marc incluido, enano traidor.

-Tratándose de ti supongo debemos tomar eso como disculpa – me suelta sonriente Javo, mientras pasa su mano por mis hombros y palmea mi brazo. Con naturalidad, como suele hacerle a Tony y Ander, me empuja un poco posando su pulgar en mi cuello y el resto de su mano en mi hombro. Llevando a todo el grupo hacia la primera tienda. A ...

... nadie le extraña ya que siempre ha sido un poco sobón con todo el mundo, la diferencia está en que en mi provoca muchas más sensaciones de las que estoy acostumbrado. Por suerte esta vez llevo unos jeans ajustados y una camiseta un tanto larga que oculta el bulto que crece en mi entrepierna.

Nos probamos prácticamente toda la tienda, y la siguiente, hasta que estamos más o menos de acuerdo en que se lleva cada quien. Me dejo la mitad del sueldo del mes en esa compra, pero creo que me veré espectacular, soy muy vanidoso a veces. Unas nuevas Converse blancas, pantalón Levi’s Classic azules, una camiseta entallada blanca lisa Hugo Boss, y una sudadera estilo College de Adidas, parezco sacado de una peli de adolescentes Yanqui. Claro que con lo racistas que son y mis rasgos definitivamente mexicanos sería el dealer o algo peor. Para Marc, elegí unas náuticas de tela color crudo, pantalones negros y entallados de Calvin Klein, y una camisa color vino con cuello mandarín de Hugo Boss que combina genial con su pelo y una chaqueta negra de Diesel. Los otros tres, eligieron de una manera casi aleatoria su ropa, aunque cuando la naturaleza es tan generosa contigo, tampoco hace falta adornarse demasiado. Lo del corte de pelo, lo dejaré para el día de la fiesta. Así a Julià y Mercè, sus padres, no tendrán tiempo a obligarle a raparse. A veces exageran un poco con los límites. Por la misma razón guardaremos la ropa en mi casa. Ahora con Beto absolutamente compinchado, ni mis padres la ...