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Atrapado sin salida
Fecha: 13/11/2025, Categorías: Hetero Autor: Qwert, Fuente: TodoRelatos
Esther es una chica de 23 años, estudiante de FP un poco alocada. Es muy lista pero le gusta mas la fiesta que los libros. Rellenita, no muy alta. Con un pelo hasta los hombros a la queratina, perfectos siempre. Maquillada a tope, impecable, sacando siempre el maximo partido de su figura. Perfumada. Generosa de pecho y un culo para amasar horas, redondo, duro pero no escaso. Directa, con mala leche, nada glamurosa, pero tambo basta. En clase era la mas deseada de todas la chicas aun habiendo otras mucho mas agraciadas por la naturaleza. Una chica que todo el mundo quisiera estar con ella en la cama. Además, a parte de ser tan directa, destacaba por su lucidez y nunca era desagradable porque si. Habia suspendido mi asignatura. No había presentado ningun trabajo a su debido tiempo, algunos copiados, faltas de asistencia alegando recados personales... muchos sin justificar... y no llegó y quedó suspendida. En el claustro de profesores, se valoró porque realmente es una chica que vale y seguro quedará bien y gustarà a quien la contrate, pero había tenido un par de enganchadas con una profesora, y se decidió en el clauso que repitiera. Soy su tutor, y al comunicarselo, luchó un poco pero no pude ceder al no ser decisión mia. No estubo de acuerdo y se fue con amenazas de que esto no iba a quedar así. El caso es que con todo, estabamos a finales de curso, también final de grado, y con un grupo habíamos ido de viaje de fin de curso a Italia. Habíamos ido una profesora y yo ...
... con este grupo de unas 20 personas entre 18 i 20 años la mayoría con alguna excepción de alguien mayor como Esther. Lo habíamos pasado bien, sin problemas, mucha fiesta y ganas de diversión. Se rumoreaba también que alguna de las chicas se lo había pasado en grande con algún chico local, locos perdidos de lujuria... Nada extraordinario que se deba considerar distinto de lo que ocurre siempre. Se encuentran lejos de casa, jóvenes, el cuerpo pide... y al cuerpo se le da. Así de simple. Regresábamos en barco tras una semana por el norte de Italia. Esther había estado coqueteando conmigo el último par de días. Incluso ido un poco mas allá, con algún comentario de que yo le gustaba, que no es malo, que somos adultos... aunque yo podría ser su padre! jajajajajj En la disco, no había dudas de que quería tema... y a mi me ponía bastante. Incluso se lo comenté a Eva, la profesora que también vino. Eva era un mujer mas bien de savoir faire. Elegante y muy glamurosa. Pero no cursi. Yo ya andaba algo cansado, tenía mi vaso en la mano y pensé que al terminarlo ya me acostaría. Al fin y al cabo era un poco tarde. Pero la fiesta seguía. Comenté con alguién mas que cerraba pronto y en estas que llegó Esther... Y así sin querer fuimos a su camarote a tomar la última bebida del viaje.y "escurrir" las botellas. Llegamos a su camarote. Se dispuso ella a servir los dos vasos... estaba todo muy ordenado. Vacio la botella en los dos vasos, una par de cubitos que quedaban en la nevera. ...