1. Onirismo, oscuridad y placer


    Fecha: 15/11/2025, Categorías: Incesto Autor: Yessenia, Fuente: TodoRelatos

    En medio de la noche mientras duermo desnuda como me lo ordenó mi padre en aquella lejana madrugada cuando frente a él le ofrecí mi masivo seno en desarrollo y la húmeda virginidad que se me derramaba en medio de las piernas, una desnudez permanente dentro de las cuatro paredes del santuario de mi hogar.
    
    Ahí en lo oscuro percibo el calor corporal de su también desnuda y tersa piel, mis fosas nasales se embriagan con el aroma a manzanilla de su cabello, luego de que quedé viuda de mi padre, su única y más hermosa herencia ocupó su lugar brindándome su tibieza en medio de la inmensa y vacía cama donde años atrás también el fue concebido en una noche tormentosa y ahogada en sudor y semen.
    
    En ese mismo colchón donde sueño con mi padre, nuestro progenitor, en sueños intensos, inquietos, pero por sobre todo la mar de húmedos de un momento a otro siento como su hambre, en la madrugada hace que su boca instintivamente busque mi oscuro pezón derecho, siempre el más copioso, mis tetas hinchadas con un tejido de venas verdosas que confluyen en mi masiva aréola. Solo basta sentir el leve roce de su respiración a milímetros de mis obesas masas mamarias para que se me activen todas las glándulas y comience a secretar aquello que él tanto ansía, mis hormonas siempre están predispuestas a saciar su hambre, ese es mi propósito saciarlo a toda hora que él lo demande.
    
    Firme y seguro pegado al pezón comienza la delicada pero intensa succión, me mantengo en un estado onírico que me ...
    ... lleva a la noche en que luego de varios meses sin tomar anticonceptivos nuestro padre me inundó el útero de semen, al momento preciso en que mi fértil óvulo fue reventado por aquel maravilloso espermatozoide y mi cuerpo se cubrió de electricidad porque la razón de mi vida fue concebida, vuelvo a la oscuridad del momento en que cumplo con mi función nutritiva, le entrego mi vida a cada gota, y él me entrega su vida en cada gota de flujos vaginales que me saca para encharcar la sabana.
    
    En ese puro y perverso ensueño que solo es posible dentro del vinculo de la sangre, mi cuerpo no resiste más y de forma autómata abro las piernas para dejar que fluyan mis meados sexuales, mientras me chorreo a mares, los flujos recorren el infinito espacio que los lleva a mi esfínter anal que se comienza a dilatar ansiando aquel falo que lo reventó cada noche por una década, hasta que la muerte lo llevó al infinito y yo me quedé con el producto de su espermatozoide y mi óvulo. Mi ano, mi recto y mi colón reclaman esa verga de asno que me llenaba de semen todo el intestino y me hacía gemir como la prostituta en que me convirtió.
    
    Pero ya no está, ahora quien me llena es otro con sus mismos genes pero otro, su herencia succiona con la presión suficiente para extraer lo que ansía y me hace gemir como hembra en celo mientras que estoy medio dormida me retuerzo toda al sentir como todas mis fibras musculares se tensan de forma frenética como preludio a los brutales espasmos que impulsan los chorros ...
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